Los investigadores de la Policía Nacional han descartado que la muerte de una chica de 22 años que cayó de un sexto piso en Benidorm el pasado 29 de diciembre sea un caso de crimen por violencia machista. La pareja de la víctima, un chico también de 22 años, fue detenido en un primer momento, pero el juez ya lo ha dejado en libertad. La principal razón de esta conclusión provisional es el testigo de una persona que lo vio todo y afirma que se trató de una caída accidental.

Un testigo de los hechos descarta que sea un crimen machista

Un juez de Rumania que estaba pasando unos días de vacaciones en este municipio de la costa alicantina presenció cómo tenía lugar el trágico suceso. El hombre estaba en la terraza de un piso del edificio de enfrente de donde pasaron los hechos y vio cómo la chica se precipitaba del balcón sin que hubiera nadie a su lado cuando se produjo la caída mortal. De esta forma, la versión del testigo coincide con la de la pareja de la chica, que había afirmado que se trataba de una caída accidental.

El chico fue detenido por los agentes de la Policía Nacional justo después de que se produjera la fatal caída y se investigó como un posible crimen machista. Aquella misma noche, poco antes, la pareja había discutido, cómo él mismo reconoció delante del juez. Según su relato, se trataba de pequeñas discusiones de carácter leve que ya habían tenido anteriormente y no tenían importancia. Sin embargo, la policía había ido hasta el piso una hora antes por la llamada de unos vecinos que oían los fuertes gritos de la pelea. Los agentes no vieron extraño y se marcharon.

Dos muertes por violencia machista el mismo día

En caso de confirmarse que hubiera sido un crimen machista, habría sido el tercero en pocas horas que se hubiera producido entre el 28 y el 29 de diciembre. En el barrio madrileño de Puente de Vallecas, un hombre mató a la hija de 20 años de su expareja, con la cual también mantenía una relación sentimental, como se comprobó con unas cartas de amor que se encontraron. En Escalona (Toledo), una mujer de 34 años murió en manos de su expareja, con la que convivía a pesar de estar embarazada de otro hombre.