Los Mossos d'Esquadra tienen en su poder los cinco móviles de los cinco detenidos de los autonombrados K-TEAM, "la Manada" de Castelldefels, los cinco hombres que de manera organizada, y bajo la batuta y liderazgo del Cubano, Alejandro Raúl P.C., presuntamente, agredieron sexualmente como mínimo a tres mujeres el año 2021, durante el cierre de los locales de ocio por culpa de las restricciones de la covid-19.

Pero los informes que han hecho los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de la comisaría de Gavà, que es a la que corresponde esta investigación, al ser territorio de Castelldefels, no están completos. Así lo ha podido saber ElCaso.com de los informes que los Mossos d'Esquadra entregaron al juzgado número 5 de Gavà en el marco de las diligencias previas, donde los investigadores alertan que como mínimo uno de los integrantes del K-TEAM, su líder, el Cubano, borró mensajes de texto, mensajes de audio y, sobre todo, vídeos, antes de presentarse en la comisaría de los Mossos d'Esquadra, sabiendo que estaban siendo investigados por posibles delitos.

KTEAM GRUPO
Imagen del K-TEAM, el grupo que utilizaban los presuntos violadores de Castelldefels para organizarse

En el momento en que Alejandro Raúl P.C. se presenta en comisaría lo hace con el móvil casi vacío. Solo había registro de cuatro llamadas y dos de ellas eran a su abogada, Paula Redondo. Ni rastro de conversaciones de antes del 28 de noviembre de 2021, en el momento que es citado, en el grupo K-TEAM. El grupo, sin embargo, y tal como consta en los metadatos obtenidos por los Mossos, fue creado el año 2014. Desde entonces el móvil quedó bajo custodia de los Mossos, que el 13 de enero de 2022 recibieron la autorización por parte de Laia Boix de Gispert, la titular del juzgado, para hacer el vaciado.

Mensajes borrados para no incriminarse

Durante su declaración delante de los investigadores de los Mossos, el Cubano acepta que forma parte del grupo K-TEAM, facilita también los nombres de todos los miembros y confirma también que conoce a la persona que los ha denunciado y acepta, al mismo tiempo, que ha mantenido conversaciones por WhatsApp. Esas conversaciones, sin embargo, en el vaciado que los Mossos hacen del iPhone XS del investigado, no se pueden localizar. Gracias al cruce de datos entre los cinco móviles, los Mossos, en su informe, que aseguran haber recuperado capturas de pantalla de las conversaciones, sí que pueden dibujar el perfil presuntamente criminal de los cinco detenidos y su modus operandi para captar y agredir sexualmente a chicas.

Lo que sí que los Mossos encontraron, y están incluidos en los informes periciales y en las diligencias policiales, fueron mensajes que, según los investigadores, el ahora detenido dejó en su terminal de manera voluntaria con el fin de que fueran encontrados por los Mossos d'Esquadra, "haciendo uso de su legítimo derecho de defensa". En estos mensajes se pueden encontrar conversas del Cubano con una de las víctimas, que acepta participar en una fiesta en casa de él con "alcohol y música" y que saldría "satisfecha", una oferta que ella acepta con "un plan genial". Con todo, sin embargo, los Mossos están convencidos de que los mensajes que no se borraron eran para dar sensación de consentimiento por parte de las víctimas, que otras conversaciones, a posteriori, como también la denuncia de ellas, contradicen con más fuerza.

KTEAM ALCOHOL
Una de las capturas de pantalla de fotos que se encontraron en los móviles de los detenidos / CME

Acusaciones entre ellos

De los mensajes que los Mossos pudieron recuperar del grupo K-TEAM se desprende el nerviosismo que vivieron los integrantes del grupo cuando supieron que estaban siendo investigados por los Mossos d'Esquadra por una agresión sexual. Aunque algunos de ellos se lo tomaron con bromas, frivolizando sobre las posibles penas por un delito como este, otros, los que estuvieron presentes en la fiesta donde, presuntamente, fue agredida sexualmente una de las víctimas, empezaron a sufrir por su futuro. Uno de ellos, incluso, asegura sufrir "ansiedad" y tener que ir a urgencias.

Entre ellos se empezaron a acusar de haber hablado con la policía y haber dado demasiados detalles y uno de ellos, incluso, intenta exculparse asegurando que, aunque estaba, no participó en la agresión sexual contra una de las chicas por disfunción eréctil en el momento de los hechos. Con todo, todas estas declaraciones intervenidas, ahora mismo, tienen poco valor y habrá que ver qué indicios y qué pruebas consiguen los investigadores para cuando el caso de la Manada K-TEAM de Castelldefels llegue a juicio. De momento, el presunto líder, Alejandro Raúl P.C. y los otros cuatro, todos de entre 30 y 35 años y de nacionalidad española, cubana y rumana, han pasado la Navidad en la prisión y siguen encerrados.