Las estafas digitales siguen creciendo. Cada vez hay más engaños diferentes que buscan aprovecharse de sus víctimas de una manera u otra para obtener sus datos y dinero. Hay decenas de métodos distintos, algunos se hacen pasar por empresas, otros por famosos, otros se aprovechan de códigos QR, otros te envían paquetes fraudulentos... Si algo no les falta a los estafadores es creatividad, pero eso puede ser un problema para nosotros, ya que tantos métodos diferentes dificultan poder protegerse de los engaños. Afortunadamente, hay una serie de consejos que se pueden utilizar en todas circunstancias y, sea cual sea la estafa, siempre sirven para reducir el riesgo de perder todos nuestros ahorros o ser víctimas de una suplantación de identidad.
Lo más importante es sospechar siempre. Si recibimos una gran oportunidad o, al contrario, si nos llega un enorme problema, nos lo tenemos que tomar con calma. Una de las tácticas más típicas de los ciberdelincuentes es poner prisa, hacer creer que las cosas se tienen que hacer inmediatamente y no dar tiempo a pensar, ya que si la víctima le dedica un rato a dar vueltas, puede llegar a la conclusión que lo están engañando. Si nos llega cualquier mensaje o llamada donde nos digan que tenemos que hacer alguna cosa inmediatamente, es una mala señal. Por otra parte, también tenemos que sospechar si nos piden datos personales por mensaje o llamada, ya que los bancos y otras empresas no nos pedirán este tipo de información tan importante de forma tan poco vigilada, por lo tanto, si alguien nos llama y nos dice que le damos nuestro DNI, por ejemplo, es muy probable que no sea de fiar.
Revisar con atención
Otro elemento muy importante es la procedencia. Siempre tenemos que tener en cuenta quién nos llama y desde dónde, ya que no tiene ningún sentido que el banco nos llame desde Croacia, por ejemplo, y revisar si son números de tarifación especial que nos cobrarán hasta tres euros por cada minuto de llamada. Si, en cambio, estamos en una página web, tenemos que mirar muy bien que se trate de un portal oficial, analizando detenidamente el enlace y el diseño. Las estafas acostumbran a tener faltas de ortografía que una empresa seria no cometería, o URL incorrectos como Rianair.com en vez de Ryanair.com. Si seguimos estos consejos y dedicamos un ratito más a asegurarnos que no nos encontramos en un engaño, es muy probable que nos salvemos de la estafa. Y tanto si nos libramos del engaño como si caemos de cuatro patas, siempre es una buena idea recurrir a la policía y alertarlos de la estafa.