La gran mayoría de estafas se producen a través del móvil o el ordenador, haciéndonos llegar mensajes fraudulentos, códigos SMS engañosos o llamadas falsas, en un tipo de delitos que no para de crecer. Eso no quiere decir, sin embargo, que no se nos pueda engañar con elementos físicos, como a través del correo postal o, en una estafa que se está popularizando, con códigos QR falsos que nos hace dar nuestro dinero a un estafador cuando pensamos que estamos pagando por un servicio, un engaño difícil de prever, por lo que hay que ir con pies de plomo.

Se detectó en Cantabria un caso de estafa relacionado con los coches eléctricos. Los ciberdelincuentes crean sus propios códigos QR falsificados y los pegan a las máquinas de recarga de coches eléctricos, poniéndolos justo encima del código real, por lo cual, los usuarios que quieren cargar el coche escanean este QR fraudulento y son llevados a una web donde les indican que tienen que hacer un pago. Cuando lo hacen ven que no ha funcionado, sin embargo, si lo vuelven a probar, esta vez sí que se les redirigirá a la página web oficial y pensarán que ha habido un error antes y no le darán más vueltas, una técnica muy inteligente por parte de los ladrones. Además, como pueden pagar poco dinero, es posible que ni siquiera sean conscientes de que han sufrido una estafa.

Estudiar el dominio

La situación, sin embargo, es preocupante. No solo te roban cuando haces el pago, sino que, al hacer llegar el dinero a los ladrones, puede ser que se les esté enviando también información confidencial de la tarjeta o de la cuenta bancaria, lo que les podría permitir acceder por su cuenta y seguir haciendo pagos que les cobrarán a las víctimas. Desde la Dirección General de Comercio se recomienda ir con cuidado y revisar siempre los dominios de las webs cuando un QR o enlace nos las dirija, y asegurarnos de que se trata de un negocio legítimo y no de una estafa.