Hacerse pasar por una empresa o un trabajador parece ser el pasatiempo preferido de muchos estafadores. Las estafas están cada vez más presentes, y suplantar la identidad es uno de los métodos más utilizados para conseguir el dinero y los datos personales de sus víctimas. Recientemente, se ha producido un nuevo caso que afecta a Microsoft, a una de las empresas más importantes de todo el mundo. Un hombre mayor de Vielha, en la Vall d'Aran, pensionista, perdió sus ahorros, casi 40.000 euros, por culpa de la estafa.
La víctima recibió una llamada un día de un hombre que se hizo pasar por un técnico de Microsoft, y le dijo que había detectado problemas en su ordenador, y se ofreció a solucionarlo de forma gratuita. La víctima, un hombre mayor, no era consciente de que se trataba de una estafa y, por miedo a que el ordenador estuviera infectado, aceptó la oferta del falso técnico y le dio acceso a su ordenador. Una vez tuvo la puerta de entrada abierta, el ladrón no perdió tiempo, accedió a la cuenta bancaria del pensionista, hizo dos préstamos bancarios en cuentas suyas que tenía en Bangkok y contrató un préstamo a nombre de la víctima. En total, la suma llegaba a los 38.500 euros.
El banco paga los platos rotos
El hombre denunció los hechos y, finalmente, la Audiencia de Lleida ha declarado que el banco tendrá que devolverle el dinero a la víctima, ya que no se llevó a cabo ningún proceso de verificación eficiente para ver si el préstamo y las transferencias las estaba haciendo el hombre o no. El banco alegó que la culpa era del pensionista, ya que él había dado acceso al estafador sin ningún tipo de cuidado, pero la Audiencia se mostró firme, y defendió al hombre, diciendo que los bancos tienen que tener sistemas de seguridad que protejan sus clientes en este tipo de situaciones, por la cual el banco no tuvo más remedio que devolverle el dinero a la víctima de la estafa y no asumió el coste del robo.