¿El azar también influye en una investigación policial? Sí, seguramente. Pero no solo de azar pueden vivir los investigadores. La resolución del caso de la brutal violación de la noche de la Castañada en Igualada es un claro ejemplo. El destino hizo que uno de los investigados, que salía en las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona donde apareció casi muerta la chica de 16 años violada en la capital de la Anoia la madrugada del 1 de noviembre de 2021, que también lo había seguido durante un rato por el mismo polígono industrial, fuera grabado por un hombre que la noche de los hechos se enfrentó con un grupo de jóvenes que estaban destrozando un coche. El vídeo, del cual hoy se ha conocido todo el contenido, fue clave, tal como adelantó ElCaso.com después de la detención.

 

Aquellas imágenes sirvieron para denunciar un delito de daños contra un vehículo que había estacionado en la vía pública, pero después de hacer encajar muchas piezas, sirvió para localizar a Brian Raimundo Cespedes, el presunto autor de la violación.

El azar de un vídeo después de destrozar un coche

Pero el azar que el piloto de Iberia vecino de Igualada, Ramon Vallès, hubiera grabado las imágenes aquella madrugada no hubiera servido de nada si los investigadores de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) y de la Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Igualada no hubieran repasado todas las denuncias e incidentes de aquella noche y de los días próximos y no habrían visto que el hombre más buscado de Catalunya salía en las imágenes que había grabado Vallès y que había entregado a la policía el día siguiente de los hechos.

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El autor del vídeo clave de la investigación de los Mossos d'Esquadra / ElCaso.cat

En las imágenes se ve como el autor del vídeo y otras personas se enfrentaron al grupo de jóvenes donde iba el presunto violador. En aquel momento nadie sabía qué había pasado, y menos, que el autor de aquella atrocidad estaba allí. Costó relacionarlo y, después, identificarlo. En las imágenes no muestra la cara, siempre va con capucha, y en las otras imágenes donde aparecía, tampoco había ningún elemento que permitiera identificarlo.

Las imágenes de Vallès fueron claves para reducir el círculo, identificando a algunos de los otros jóvenes que aparecían en el video. No conocían de nada al hombre de la capucha, solamente a uno de ellos, un menor de edad, que había tenido relación con él. La línea fue útil y desencadenó la identificación de este joven de 21 años, de nacionalidad colombiana y con antecedentes por violencia sexual. Los investigadores lo habían encontrado.

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El hombre que los Mossos creen que es Brian Raimundo Cespedes, el violador de Igualada / CME

Del vídeo a la detención

Con la grabación de los incidentes en la zona del polígono, la visualización de más 155 cámaras de seguridad y los seguimientos que agentes de paisano que hicieron a los movimientos que hacía el presunto autor de la agresión sexual el juez autorizó, el pasado 21 de abril, asaltar su casa, en el segundo piso de la calle de San Sebastián de Igualada. La Brimo tiró la puerta de su casa al suelo y lo pillaron, todavía en la cama. Quedó detenido.

 

Durante más de ocho horas agentes de la División de Policía Científica (DPC) de los Mossos registraron a fondo las habitaciones y pudieron localizar ADN de la chica agredida en una de las prendas de ropa que el hombre tenía en su poder en su casa. Lo que todavía no ha aparecido es la ropa de la chica, que apareció, congelada de frío y sin ropa, en un polígono. Según los Mossos, el acusado Brian Raimundo Cespedes se llevó la chaqueta, el vestido y las bragas de la menor después de agredirla de manera salvaje y la abandonó entre la vida y la muerte. Las imágenes y los restos de ADN llevaron al arrestado de camino a la cárcel, donde sigue.