Rosa Peral tiene que cumplir una condena de 25 años por el asesinato de Pedro Rodríguez. La sentencia no deja demasiadas dudas, ella, con la colaboración de su amante, Albert López, mataron e intentaron hacer desaparecer, quemándolo en un coche en el pantano de Foix, al agente de la Guardia Urbana con quien Peral mantenía una de sus relaciones sexoafectivas. Peral sigue en la prisión de Tarragona, pero el estreno, este viernes 8 de septiembre de la serie de Netflix 'El cuerpo en llamas' la han vuelto a convertir en noticia.
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Aunque de manera sin suerte, su defensa, que lidera ahora la abogada Núria González, ha pedido en dos juzgados diferentes, a Barcelona y a Vilanova i la Geltrú, detener la emisión, en el marco de una demanda contra el derecho al honor, la serie de Netflix. De momento, sin embargo, la producción que protagoniza Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez se estrenará sin problemas. La defensa de la asesina, sin embargo, quiere seguir luchando por poder facturar alguna cosa de esta serie que se prevé que sea de éxito.
La abogada ha explicado, en una entrevista en Catalunya Ràdio, que su demanda se centra, sobre todo, en la presencia de las hijas de Rosa Peral en la producción. Aseguran, incluso, que las hijas de la mujer aparecen al tráiler de la serie. González ha expresado su indignación con la situación porque desde su punto de vista este auto es "una falta de tutela judicial brutal". Ha recordado que la demanda que hicieron era por la presencia de las hijas de Peral en la serie y ha remarcado que incluso se utiliza la imagen de las hijas de Peral en el tráiler. Asimismo, ha dicho que en un primer momento solo pidieron poder ver la producción, pero ha advertido que la plataforma las amenazó con interponer una contra demanda millonaria si se interfería en el estreno de esta.
Peral, en números rojos
Peral "no ha cobrado ni un euro por los libros sobre que se han escrito o ahora por la serie". También ha dicho que su cuenta corriente se encuentra en negativo, ya que la sentencia que la condenó a 25 años de prisión también fijó una indemnización de 400.000 euros en concepto de responsabilidad civil, y es por eso que no podría hacer frente al pago de una fianza, tal como le pedía el juzgado de Vilanova i la Geltrú para poder continuar con la demanda para detener la emisión de la serie.
Según su defensa, Peral vive con 120 euros mensuales que cobra para trabajar en la consigna de la prisión. Desde que fue detenida y encarcelada, dejó de percibir el sueldo como agente de la Guardia Urbana de Barcelona.