Hace 27 años, el 23 de julio de 1994, se estrenaba Bricomanía, un programa de bricolaje que acabaría siendo un fenómeno televisivo nacional. Kristian Pielhoff e Iñigo Segurola, junto a los consejos de María José Lavia, se colaron en las pantallas de todo un país que quedó cautivado ante la simpatía de su reparto y de los útiles trucos para el día a día que ofrecían.
Así fue el primer capítulo de 'Bricomanía'
Ese verano de 1994, ninguno de los miembros del pequeño proyecto de la productora Bainet, propiedad de Karlos Arguiñano y que también está a cargo de su programa, se imaginaba que estaban plantando la semilla de un éxito que duró más de veinte años.
El primer capítulo muestra a un Kristian Pielhoff con un look totalmente noventero -peto verde y camisa morada- que explica los básicos para los más principiantes del bricolaje. Primero muestra una serie de herramientas básicas con las que trabajar: martillos, tenazas, alicates, destornilladores, llaves inglesas y limas como carta de presentación.
La primera aparición de Kristian Pielhoff
Un Pielhoff de 33 años con un talento y simpatía natural explica con su especial acento vasco cómo conformar nuestra propia caja de herramientas. Tras la iniciación, llega la hora de la iniciación en electricidad, con la fabricación de un alargador casero.
Tras diez minutos de pura bricomanía, el presentador da paso a María José Lavía, a cargo del espacio de pintura. En esta sección queda patente el modelo publicitario del programa, en el que las marcas cedían sus productos para usarlos en directo con la condición de salir en pantalla y promocionar su nombre.
Sin Iñigo Segurola como jardinero
Con unos consejos para pintar diferentes superficies y que queden bien, se da por finalizado el programa, en el que aún no sale Iñigo Segurola y no existe la sección de jardinería que le catapultaría a la fama.
Este programa de julio del 94 sería el primero de muchísimos: la producción cesó su emisión el año pasado, en diciembre de 2020, tras mil capítulos emitidos y 26 años de emisión ininterrumpida.
Sin embargo, como la gran mayoría de fenómenos televisivos, el declive ha sido muy duro: el propio Kristian Pielhoff confesaba en una entrevista que, tras casi treinta años de su vida frente a las cámaras enseñando todo tipo de construcciones y dando briconsejos, el rey de las herramientas televisivas se ha tenido que reinventar para sobrevivir fuera de los platós.
A duras penas sobrevive en YouTube
Según contaba el vasco de ascendencia alemana, que ya tiene 60 años, ahora el proyecto de Bricomanía sigue en YouTube a duras penas. Un pequeño equipo intenta mantener a flote la idea con vídeos semanales que salen cada jueves a las seis de la tarde y que duran menos de media hora.
“No vemos mucha luz. Todo va a toda leche, todo cambia. Estamos intentando darle la vuelta y a ver si alguien nos da un toquecito y retomamos el tema”, admitía en la entrevista, en la que también asegura que lo hace "Para tener la cabeza fuera del agua" en plena época de streamers y youtubers.
La nueva vida de Pielhoff y Segurola
El formato, pese a tener el mismo objetivo, es un poco diferente: en lugar de elaboraciones más complejas, Pielhoff protagoniza piezas mucho más sencillas, como tutoriales para purgar los radiadores ahora que llega el frío, cambiar grifos o arreglar sillas y fabricar mesitas y otros muebles.
Por otra parte, el jardinero del programa, Iñigo Segurola, que aparecería más tarde y que se desvinculó hace años, se dedica ahora de pleno a su pasión, que ha seguido alejado de las cámaras: el paisajismo.