La utilización de drones para introducir drogas y teléfonos móviles en la prisión va al alza. Si hace unos días se llegaron a detectar hasta tres incursiones de estos tipos de aparato en Brians 1, tal como adelantó ElCaso.com, ahora se ha detectado otra en Brians 2. Los hechos tuvieron lugar esta pasada madrugada del viernes al sábado, alrededor de la una menos cuarto, cuando los funcionarios encargados de la seguridad del centro penitenciario detectaron un dron que sobrevolaba el recinto. Más tarde, a primera hora de la mañana, se comprobó que había llegado a soltar la carga en el interior del centro penitenciario.

Los funcionarios pudieron localizar un paquete con tres teléfonos móviles y tarjetas SIM que los internos tenían intención de utilizar para comunicarse de manera irregular con el exterior. Además, según ha podido saber ElCaso.com, también se introdujo en la prisión hachís y dos envoltorios de polvo blanco que se tendría que analizar para determinar de qué sustancia estupefaciente se trata. Los hechos ya están en conocimiento de los Mossos, y se está investigando, como en los casos de Brians 1, para saber quién hay detrás de estos envíos de droga y quién se encarga de recogerla y ponerla en circulación dentro de la prisión. En este sentido, la venta de sustancias estupefacientes se ha convertido en una gran problemática en los centros penitenciarios, con incluso un intento de homicidio por una deuda entre compañeros de celda en Quatre Camins en las últimas horas.

La presencia de drones en las cárceles va cada vez a más

Los drones empiezan a ser la tercera vía de introducir droga en las cárceles, después de los vis-a-vis y los retornos de permiso, tal como explican fuentes penitenciarias a ElCaso.com. De momento, estos aparatos solo se utilizan para introducir drogas o teléfonos móviles en los centros penitenciarios, pero se teme que en un futuro puedan servir también para la entrada de armas que puedan provocar heridos entre los mismos internos o ataques contra los trabajadores de la prisión. Desde el Departamento de Justicia, hace unas semanas que se ha puesto en funcionamiento un programa piloto para la detección de drones con la instalación de inhibidores que bloquean la señal de que reciben los aparatos, una medida acordada en el paquete de medidas al cual se llegó en el año 2024 a raíz de la crisis por el asesinato de Núria, la cocinera de Mas d'Enric.