El líder de una banda criminal que se dedicaba a estafar a sus víctimas a través de falsas inversiones de criptomoneda ha caído en Barcelona, después de estafar cerca de 103 millones de euros a víctimas de más de 30 países. La Policía Nacional española inició una investigación en octubre de 2022 cuando recibió una denuncia de la policía de Lituania, que informaba del uso de una plataforma financiera para canalizar el dinero que se conseguía con las estafas. 

En aquel momento, la Policía Nacional española creó un grupo de investigación conjunto con el apoyo de Lituania, al cual, a medida que iban avanzando las pesquisas, se sumaron las policías nacionales de Portugal, Italia, Rumanía y Bulgaria, ayudados, además, por la EUROPOL —la agencia de la Unión Europea que lucha contra la delincuencia organizada a escala internacional— y la EUROJUST —la agencia europea que facilita la cooperación entre las autoridades judiciales cuando se tratan de delitos económicos muy graves.

Teleoperadoras y empresas fantasma 

Las investigaciones llevaron hasta un grupo criminal que, desde el año 2019, había trabajado con diferentes plataformas falsas de inversión con el mismo modus operandi. La trama consistía en captar inversores mediante páginas web profesionales donde prometían, a través de inversiones, una alta rentabilidad en criptomonedas, divisas o productos tecnológicos. El grupo criminal, además, disponía de teleoperadoras que se ganaban la confianza de sus víctimas por teléfono y las convencían de realizar transferencias bancarias a empresas. Estas sociedades, en realidad, no tenían ninguna actividad económica real y solo servían como receptoras de todo el dinero sustraído. Una vez los estafadores obtenían el dinero de las víctimas, fraccionaban las ganancias y los enviaban a plataformas de cambio de criptomonedas reales, donde los convertían y los enviaban a direcciones fraudulentas controladas por la misma organización.  

Un detenido en Barcelona y cinco en el resto de Europa 

El pasado 17 de septiembre el grupo de investigación realizó, después de tres años y de manera coordinada, cinco registros domiciliarios y societarios en cinco países diferentes, que se saldaron con seis detenciones. El principal investigado, de nacionalidad portuguesa, fue detenido en Barcelona. Las otras cinco detenciones se produjeron en España —con dos arrestados—, en Rumanía, en Portugal y en Bulgaria. Además, la policía emitió una orden detención internacional contra otro de los principales investigados, que esperaban haber localizado en Italia. 

103 millones de euros estafados 

En los registros domiciliarios se encontraron 10.700 euros en efectivo, criptomonedas por valor aproximado de 80.000 euros, y 20.000 dólares, además, seis lingotes de oro, monedas de plata y joyas. La Policía Nacional española embargó un total de 83 cuentas corrientes de diferentes países. 

Los investigadores calculan que el valor económico estafado es cerca de 103 millones de euros, de los cuales 12,2 millones provienen de víctimas residentes en el Estado español. La policía aún tiene abierta la investigación y espera que la cifra del valor económico defraudado sea más elevada, ya que muchas víctimas no han denunciado estas estafas.