La colaboración ciudadana a veces resulta vital para atrapar a los delincuentes, tal como ha demostrado un hombre que persiguió a un ladrón por las calles de Barcelona después de ver cómo le arrancaba la cadena a un hombre mayor hasta encontrarse con una patrulla de la Guàrdia Urbana, que interceptó al ladrón al ver la persecución, y lo detuvo por un robo con violencia después de comprobar que llevaba la cadena en el bolsillo. En su habitual exceso de celo, el cuerpo policial no ha revelado más datos del detenido, como la edad o la nacionalidad.
Los hechos tuvieron lugar ayer, en el distrito de Sant Andreu de la capital catalana. El delincuente vio a un hombre mayor sentado en la plaza de Masadas que llevaba una cadena al cuello, y consideró que sería una presa fácil. No se equivocaba, ya que se le acercó, le arrancó la cadena y huyó corriendo, sin que el anciano pudiera hacer nada, pero la cosa no acabó aquí. En la plaza había otro hombre que, al ver el robo, no se lo pensó dos veces y empezó a correr tras el ladrón, con la intención de atraparlo y conseguir devolver la cadena a su propietario.
La Guàrdia Urbana interviene
Al ver cómo se le acercaba el testigo, el delincuente siguió corriendo, evitando que lo alcanzara su inesperado perseguidor, pero la carrera terminó rápidamente. Unos metros más allá, el fugitivo y su cazador se encontraron con una patrulla de la Guàrdia Urbana, que fueron alertados por la persecución y, antes de que se les pudiera escapar, interceptaron y retuvieron al ladrón. El testigo del robo les explicó que el hombre había arrancado la cadena a un abuelo, y por eso lo seguía. Los agentes decidieron registrarlo para comprobar si lo que decía el hombre era cierto, y le encontraron en un bolsillo la cadena, una pieza valorada en unos 800 euros, por lo que se detuvo al individuo y se devolvió la cadena a su legítimo propietario.