Pocas pistas, ahora mismo, de qué pasó en el tercer piso del bloque donde este martes 30 de septiembre por la noche, cuando faltaban pocos minutos para las nueve, se encontró el cuerpo sin vida de un joven de unos 25 años. Tal como ha avanzado esta mañana ElCaso.com, el incidente fue alertado por los vecinos, que encontraron el cuerpo del joven en el rellano de este piso, inconsciente, con, como mínimo, una puñalada y un fuerte golpe en la cabeza, en un charco de sangre. Aunque el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) envió una ambulancia, ya no se pudo hacer nada para salvar la vida del joven, que no vivía en el piso y que los vecinos, interrogados por la policía, no sabían quién era. El caso, que está blindado y bajo secreto, hoy por hoy no ha hecho muchos avances. El grupo de Homicidios de la División d'Investigació Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra de la ciudad de Barcelona se ha hecho cargo del caso y tiene que averiguar quién lo hirió de muerte y también qué motivó el ataque.
A última hora de la noche de ayer, después de haber podido hacer el levantamiento del cadáver, se notificó la muerte a la familia del joven, que había llegado al bloque con una moto y que no vive en la zona. Se desconoce, más allá de la edad, su nacionalidad. Los Mossos, en su habitual exceso de celo para esconder información, han evitado confirmar el origen del hombre que fue encontrado muerto. La investigación ahora tendrá que aclarar qué fue a hacer en este bloque del Bon Pastor y si se conocía con uno de los hombres sobre quien la policía ha puesto el foco, hoy por hoy, aunque no lo han detenido: un conocido multireincidente que vive justo en el piso donde fue encontrado muerto el joven y que tiene hasta el gorro a todos los vecinos del bloque, por las fiestas que hace y también por los robos que, supuestamente, comete por la zona.
Uno de los vecinos, bajo la sospecha de los Mossos
Él niega cualquier vinculación con los hechos y asegura que ni vio a aquel chico, que no conoce de nada, y también descarta cualquier pelea en su casa, ayer por la tarde. Sea como sea, sin embargo, aunque tenía a un hombre entre la vida y la muerte delante de su piso, rodeado de sangre, no llamó al 112. Fue una vecina de un piso superior, del cuarto, quien avisó a los Mossos, junto con el presidente de la comunidad. Tanto el hombre que vive en este piso justo delante de donde fue encontrada la víctima como su pareja están en libertad, mientras avanzan las investigaciones —se le ha tomado declaración y se espera por si hay que hacer una requisa en su casa.

El trabajo de los Mossos es aclarar también qué hacía allí el joven muerto a puñaladas. Sobre la mesa, dos líneas de investigación: era un repartidor que fue citado allí o sabía perfectamente dónde iba y conocía al hombre que vivía allí. En otras ocasiones, personas desconocidas han estado en el piso, en fiestas o para comprar y vender objetos sustraídos. Aclararlo será clave para continuar con las diligencias que tendrán que ayudar a resolver el crimen, aunque ahora mismo no hay muchas pistas. Los vecinos, más allá del hallazgo del cuerpo, no han podido ayudar más a la policía. Los ruidos y la entrada y salida de personas que no conocen es habitual en todo el bloque, y los vecinos de buena fe que quedan muchas veces prefieren ni oír ni preguntar para evitar tener problemas. Hace pocos días, una vecina del mismo bloque, que recriminó una acción incívica a otro vecino, casi fue agredida, recuerdan los vecinos.