Barcelona no solo se ha convertido en una de las principales puertas de entrada de droga en Europa, sino que también lo es con respecto al tabaco de contrabando. En este sentido, se ha descubierto una nueva ruta que utiliza la capital catalana como centro neurálgico desde el cual repartir miles de cajetillas de cigarrillos por todo el continente. Este nuevo itinerario salió a la luz gracias a un operativo que la Policía Nacional llevó a cabo el pasado 22 de septiembre en la estación de autobuses Barcelona-Nord. Los agentes, en el marco de un dispositivo contra la inmigración ilegal y de protección ante el riesgo terrorista, identificaron a una pareja que estaba a punto de coger un autobús hacia Francia

Los agentes identificaron a las dos personas, originarias de Egipto, y comprobaron que habían llegado hacía pocas horas a Cataluña viajando desde Turquía hasta el aeropuerto de El Prat con un visado Schengen emitido por Alemania. Acto seguido, se habían dirigido hasta la principal estación de autobuses de Barcelona, donde tenían previsto seguir la ruta por carretera hasta París con un autobús de la compañía Flixbus. Los agentes preguntaron por separado a las dos personas cuál era el motivo por el cual estaban haciendo este viaje, pero ambas empezaron a mostrarse nerviosas y a dar respuestas cortas e incongruentes. 

Ante la actitud sospechosa que mostraba la pareja, los agentes optaron por registrar las dos maletas y dos bolsas de viaje que llevaban con ellos. En el interior, se encontraron 1598 paquetes de contrabando sin ningún tipo de marca ni sello fiscal. Ninguna de las dos personas pudo explicar de dónde había salido el tabaco, así que quedó confiscado y se les sancionó ante el departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria de Barcelona. 

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Se confiscaron más de 1.500 casas de tabaco de contrabando. / CNP

En avión hasta Barcelona para seguir por carretera

Los investigadores, que todavía no han podido determinar de dónde ha salido el tabaco confiscado, han averiguado que la intención que tenía la pareja una vez llegara a París era seguir con la ruta para vender el producto en países del norte de Europa. En este sentido, cuanto más al norte se vende el tabaco, más valor tiene y más dinero ganan los contrabandistas, tal como han explicado fuentes policiales a ElCaso.com. Hay que destacar que cada caja tiene un coste inicial de entre tres y cinco euros, pero su valor puede llegar a los doce euros solo con cruzar la frontera. Barcelona se ha convertido así en un lugar para hacer escala, donde se llegaba con el tabaco en avión para seguir el trayecto hacia el resto de Europa en autobús.