Los pinchazos en entornos de ocio nocturno suman más casos y víctimas, y siguen bien presentes en Catalunya. Esta vez, el caso de presunto pinchazo se ha registrado en el municipio de Olot, capital de la comarca de La Garrotxa, en el marco de las Fiestas del Tura, la celebración popular de la localidad. La presunta agresión ocurrió la noche del pasado sábado, 10 de septiembre, el día principal de la fiesta mayor, con un concierto de Els Catarres. La víctima, una joven procedente de Cerdanyola del Vallès (Vallès Occidental), estaba de fiesta con las amigas disfrutando de los diferentes conciertos que se ofrecían a lo largo de la noche cuando, supuestamente, sufrió el pinchazo. Sin embargo, la chica no se dio cuenta de la presunta agresión en el momento en que ocurrió, sino que no fue hasta horas después, cuando se ha despertado y ha observado una pequeña herida, que coincide con la que dejaría una aguja, en uno de sus muslos.

La joven mostraba una actitud muy eufórica, según los testimonios

La víctima del pinchazo ha sido trasladada al hospital de Olot para someterse a un examen forense, así como a varias analíticas, con el fin de descubrir si con el pinchazo se le inyectó alguna sustancia química o estupefaciente, que es la principal hipótesis que explica la motivación de estas agresiones. Varios testigos que estuvieron con la joven durante la noche afirman que esta mostraba un estado de ánimo muy eufórico, hecho que podría coincidir con la inyección de alguna droga en su organismo. La información la ha avanzado la periodista Tura Soler en El Punt Avui. Tal y como apunta la misma periodista, la joven ha interpuesto una denuncia formal por esta presunta agresión a los Mossos d'Esquadra, aunque el cuerpo policial todavía no ha confirmado a El Caso que haya recibido la denuncia.

El fenómeno de las agresiones por pinchazo suma una sesentena de denuncias

Las agresiones por pinchazo, que únicamente se registran en entornos de ocio nocturno, llegaron a Catalunya a finales del mes de julio y, desde entonces, los casos conocidos han aumentado hasta la sesentena. La mayoría de ellos se concentraban, en un primer momento, en las discotecas de Lloret de Mar (Selva), Barcelona (Barcelonès) y Salou (Tarragonès) pero rápidamente se extendieron también a las fiestas mayores de todo el territorio catalán. Antes de esta última agresión, se denunciaron públicamente cuatro en un solo fin de semana: dos durante la fiesta mayor de Sabadell (Vallès Occidental), una en Figueres (Alt Empordà) y otra en Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat).

A pesar de la elevada cifra de casos, así como la frecuencia en que suceden, estas agresiones siguen siendo un misterio. El modus operandi de los agresores siempre es lo mismo: encontrar a una víctima, que en la mayoría de casos es una chica, esperar que se distraiga un momento y pincharla. Sin embargo, la finalidad de estas agresiones no siempre es clara: desde que se tiene constancia de estos casos, los Mossos no han detectado ningún delito sexual o robo posterior al pinchazo, ni tampoco se ha detectado la presencia de drogas en el organismo de las víctimas, hecho por el cual se piensa que estas agresiones pueden estar relacionadas también una broma macabra. Además, los Mossos d'Esquadra solo han podido identificar a una persona como autor de un caso de pinchazo, a pesar de las decenas de denuncias acumuladas.