La Guardia Civil busca los cadáveres de dos jóvenes de 22 y de 35 años que, presuntamente, han sido asesinados en manos de un hombre que los explotaba laboralmente en Villacarrillo (Jaén). Las dos víctimas eran jornaleros de origen senegalés y malí que trabajaban para el sospechoso y desaparecieron en extrañas circunstancias hace años.
Según adelanta El Confidencial, buscan los cuerpos de Tidiany, de 22 años y de Senegal; y de Ibrahima, de 37 años y de Mali. Los dos trabajaban para Ginés Vicente López, un hombre que fue condenado a prisión por un delito contra los derechos de los trabajadores, ya que los explotaba laboralmente y los obligaba a trabajar en condiciones infrahumanas. Este hombre se aprovechaba de la situación de irregularidad administrativa en la que se encontraban los inmigrantes que trabajaban para ellos para explotarlos laboralmente.
Vicente les pagaba 30 euros al día para trabajar a pleno sol, pero en realidad, les tendría que pagar un mínimo de 50,36 euros. Muchos de ellos tampoco tenían contrato y vivían amontonados en una casa del explotador. No tenían ni camas: solo colchones en el suelo y sin ningún tipo de higiene. Los temporeros se cansaron de esta situación y quisieron negociar con Vicente. Tidiany era el portavoz de los jornaleros.
El chico de 22 años, presuntamente asesinado después de intentar negociar con el explotador
Vicente se negó a negociar y, a partir de entonces, empezaron todos los problemas. Tidiany desapareció el 17 de diciembre del 2013 en extrañas circunstancias después de enfrentarse a su jefe para reclamarle unas condiciones laborales dignas. Tres semanas más tarde, los investigadores encontraron unas orejeras del desaparecido en una finca del presunto asesino, unos hechos que hicieron saltar todas las alarmas, ya que el chico de 22 nunca había estado en aquella finca.
Las sospechas todavía aumentaron más cuando Ibrahima, de 35 años, también desapareció sin dejar rastro. Su última pista es el 5 de enero del 2021. El joven hacía dos semanas que trabajaba para este hombre, pero harto de las pésimas condiciones laborales, decidió abandonarlo e irse a trabajar para otra persona.
"Hace tres años que estamos en España y nunca había desaparecido"
"Estaba hasta las narices. No aguantaba más. Se vendía conmigo a Cartaya, a Huelva. Hablé con él por teléfono en torno a las 13:00. Me dijo que iba a ir a la estación de autobuses, que cuando llegara me llamaría. Esperé una hora y media y no tuve noticias suyas. Le llamé y su teléfono estaba apagado. Ya nunca se volvió a encender. Hace tres años que estamos en España y nunca había desaparecido".
La Guardia Civil busca los cadáveres de los jornaleros desaparecidos
Por estos motivos, los agentes del Instituto Armado están convencidos de que los dos jornaleros han sido asesinados. No obstante, todavía no han encontrado sus cadáveres y están registrando las casas y fincas de Vicente para ver si encuentran sus cuerpos o alguna pista que los pueda conducir hacia dónde estan escondidos.