Telegram se ha consolidado como una de las plataformas de mensajería más populares del mundo, superando los mil millones de usuarios activos cada mes. Su versatilidad y el anonimato que permite convierte la aplicación en un espacio ideal para comunicarse, pero también en un terreno fértil para los ciberdelincuentes, que aprovechan su alcance para llevar a cabo estafas cada vez más elaboradas. Entre las más comunes se encuentran las inversiones falsas en criptomonedas, donde los estafadores prometen beneficios rápidos y seguros, a través de supuestos bots o canales VIP que ofrecen estrategias que aseguran ser infalibles. Al principio incluso permiten retirar pequeñas cantidades de dinero para generar confianza, pero finalmente bloquean el acceso o exigen nuevos pagos para liberar los fondos.

Otro método frecuente es la suplantación de servicios oficiales, como bancos o plataformas de pago. Los delincuentes se hacen pasar por personal de soporte y alertan sobre supuestas actividades sospechosas con el fin de que la víctima proporcione datos de acceso a códigos de verificación. También son habituales las encuestas fraudulentas y los sorteos engañosos, que prometen premios o cheques regalo a cambio de rellenar formularios. En realidad, el objetivo es recopilar información personal o bancaria para usarla de manera fraudulenta.

Las ofertas de trabajo también son otra vía para enganchar, de manera rápida, a la víctima. Suelen ofrecer trabajo a distancia, muy bien remunerado, pero se exige un pago previo por materiales, formación o inscripción. Una vez realizado el ingreso, los supuestos trabajadores desaparecen sin dejar rastro. A esto se suman las estafas románticas, donde un perfil atractivo inicia una relación virtual, obtiene fotografías íntimas y después amenaza con difundirlas si no recibe dinero, una práctica conocida como sextorsión. 

Señales más comunes de una estafa 

Detectar una estafa en Telegram no siempre es fácil, pero hay señales que pueden levantar sospechas. Los mensajes que utilizan la urgencia o la presión —por ejemplo, cuando las ofertas dicen que es la última oportunidad para obtener algo—, las promesas de beneficios rápidos y las faltas de ortografía son indicios claros de fraude. También conviene desconfiar de los enlaces extraños, así como de las solicitudes de pago por adelantado o aquellos perfiles que piden información personal o bancaria.

Protegerse ante este tipo de estafas conlleva tener que aplicar medidas de seguridad básicas pero eficaces. Lo primero es activar la verificación en dos pasos en Telegram, para evitar que terceras personas puedan acceder a la cuenta. También es recomendable revisar la configuración de privacidad y controlar quién puede ver el número de teléfono o añadirte a grupos. Es importante no compartir contraseñas, códigos de acceso ni datos financieros con nadie, y cerrar cualquier sesión activa que no se reconozca en la aplicación. Además, se debe mantener siempre una actitud crítica ante sorteos, ofertas o trabajos que parezcan demasiado buenos para ser reales.