Los vecinos desalojados a causa del incendio declarado este pasado domingo en un local ocupado en Sant Adrià del Besòs (Barcelonès) muestran su preocupación porque no saben cuándo podrán volver a casa. El edificio número 7 de la calle Sant Joaquim se mantiene precintado a la espera de una inspección de los técnicos municipales este lunes. Según parece, la estructura no está dañada, pero las cañerías de suministro básico han quedado calcinadas y todavía ahora hay una afectación importante por el humo en los primeros pisos del bloque. Por lo tanto, los Bombers aseguran que, por ahora, los pisos no son habitables.

Casi una sesentena de vecinos evacuados

Aparte de los vecinos desalojados del edificio, el fuego obligó a evacuar a 21 abuelos del centro geriátrico Mossen Antòn. Estos han pasado la noche en uno otra residencia, la Matacàs, ubicada en el mismo municipio. El traslado se ha hecho de manera preventiva por el fuerte olor de humo que afectó al centro. Sin embargo, se espera que los usuarios de la residencia puedan volver entre hoy y mañana.

El incendio se declaró a primera hora de la mañana. Los Bombers de la Generalitat, en colaboración con los de Barcelona, trasladaron 10 dotaciones. En torno a las 10.00 horas, ya lo consideraron extinguido. En el inicio del fuego, los servicios de emergencia evacuaron a un total de 58 vecinos, tanto del edificio incendiado como de los bloques adyacentes. Estos últimos volvieron ayer por la tarde a sus casas, pero los del bloque afectado no corren la misma suerte.

El origen del fuego, un local ocupado lleno de basura

Con respecto a las familias que continúan desalojadas, ayer tarde pudieron acceder a coger pertenencias básicas. Los Servicios Sociales municipales atendieron a una decena de familias, según ha detallado el Ayuntamiento. De estas, una parte se han buscado la vida como han podido: algunos han pasado la noche en casa de familiares, mientras que otros han optado por alojarse en hoteles gracias a la póliza de sus seguros de vivienda.

El origen del fuego fue en un local que hacía tiempo que estaba ocupado. En la vivienda había muchos desperdicios, desde objetos viejos, plásticos hasta maderas. El Ayuntamiento de la localidad de Sant Adrià ya pidió al propietario que iniciara un proceso de desahucio, aunque no recibió ninguna respuesta. Los vecinos ya hacía mucho tiempo que pedían una solución, ya que estaban hartos por las molestias que el local ocasionaba.

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Imagen del incendio I ACN

Complicaciones para apagar el incendio

La gran cantidad de desperdicios acumulados en el local complicó las tareas de extinción del fuego, según el jefe de guardia de la Región Metropolitana Norte, Albert Cervera. Ahora, los técnicos municipales siguen revisando el edificio afectado junto con los bomberos, porque el incendio podría haber comprometido los forjados del bloque. Ayer domingo también se revisaron unos sótanos que comunican locales de diferentes portales. A causa de los daños provocados en los servicios de agua y luz, los Bombers clausuraron el edificio ayer tarde. Los vecinos, a la espera interminable de poder volver a casa, recogieron sus pertenencias personales con resignación y preocupación.