Una pelea en Salou ha llevado a los Mossos hasta descubrir como un clan albanés que se dedica al cultivo y tráfico de marihuana había encontrado una manera de todavía ganar mucho más dinero: financiar a un conocido de la policía, un antiguo falsificador, para montar una imprenta de billetes falsos. Una investigación liderada por la Unidad Central de Falsificación de Moneda (UCFM) de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos y la Guardia Civil ha permitido poder cazarlos y detenerlos. Se han detenido a diez personas y siete han ingresado en la prisión.
Agentes de la DIC de los Mossos d'Esquadra y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil de Tarragona han detenido a diez personas, de entre 22 y 63 años, a quienes se les atribuyen delitos de falsificación de moneda, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas de fuego, robo de vehículos de motor, falsedad documental, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal.
La investigación se inició a principios del mes de junio de 2023 cuando una patrulla de seguridad ciudadana de Salou detuvo a dos hombres después de una pelea relacionada con drogas. Tuvieron mala suerte, y de allí, toda la investigación arrancó. Durante el registro, los dos hombres albaneses llevaban un total de 6.000 € falsos en billetes de 500 €, provenientes de una imprenta ilegal de billetes falsos desarticulada el mes de septiembre de 2022 en la Nucia, en Alicante, y financiada por organizaciones criminales de origen albanés. Estirando el hilo, los agentes de esta unidad que comanda el subinspector de los Mossos Sergi Sánchez, pudieron llegar a saber que los albaneses que controlaban parte del cultivo y la marihuana en el Camp de Tarragona, Terras de l'Ebre y la parte norte del País Valencià, también eran los que habían financiado a Tomàs Moreno, un viejo conocido de los Mossos, la fábrica de billetes falsos, y él les pagaba con billetes falsificados, que los albaneses utilizaban para comprar droga o armas, haciendo colar los billetes falsos como reales.
Esta huella que localizaron los Mossos d'Esquadra en el año 2022, en el marco del caso Sentinel, llegó a producir, mientras estaba activa, 8.000.000 euros, y pudo ser descubierta por el error de uno de los hombres que guardaba los billetes, que intentó comprar una bicicleta con el dinero falso. Los Mossos pudieron llegar a la huella que controlaba a Tomàs Moreno y que los expertos en falsificación de moneda ya sospechaban que era financiada por organizaciones criminales que se dedicaban al tráfico de marihuana.
Peleas, ostentación, vicio y armas
Los investigadores detectaron que los miembros del grupo mantenían un alto nivel de vida incompatible con los ingresos que supuestamente declaraban. Disponían de vehículos de alta gama y los exhibían de manera ostentosa. También se reunían, en diferentes locales de Salou y Reus, con otras organizaciones provenientes de países del norte de Europa, donde también estaban relacionados con negocios de marihuana. Aunque se dejaban ver y eran peligrosos y la policía los empezaba a detectar y a investigar por varios casos de asaltos violentos, también realizaban numerosas maniobras de contra vigilancia en sus desplazamientos.
Los Mossos empezaron a seguir la pista a los líderes del grupo, que según los investigadores, eran muy peligrosos y tenían armas de fuego, y fueron estrechando el cerco. Las detenciones se precipitaron el pasado 13 de marzo, cuando los investigadores obtuvieron indicios de que el grupo criminal disponía de una gran cantidad de marihuana que iba a ser trasladada a Europa. Se hicieron entradas judiciales en Reus, Mont-roig del Camp y el Morell, en el Camp de Tarragona, y también en Mora la Nova y en el Prat de Llobregat, en las Terres de l'Ebre y el Àrea Metropolitana de Barcelona, respectivamente.
Los investigadores que explotaron el caso e hicieron los registros encontraron tres armas de fuego cortas, una de ellas preparada para instalarle un silenciador, gran cantidad de munición, tres pistolas eléctricas, una placa, un chaleco policial falso, un rotativo de policía, esposas, un dron y dispositivos de seguimiento por GPS. La droga localizada en una plantación en Mora la Nova, que estaba preparada para ser enviada hacia el norte de Europa estaba valorada en 970.000 € en el mercado negro. Después de ser entregados al Juzgado de Instrucción número 4 de Tarragona, siete de ellos han ingresado en la cárcel. La policía catalana, que hoy ha dado detalles en una rueda de prensa, celebran las detenciones y haber sacado de la calle a unos hombres albaneses muy peligrosos que tenían el control de varias plantaciones de marihuana, que iban armados y que también asaltaban a otros grupos criminales, con violencia, para robarles la marihuana.