La magistrada del juzgado de instrucción 5 de Sabadell se ha visto obligada a archivar la causa abierta por la difusión del vídeo de la presunta agresión sexual a una menor de edad que tuvo lugar en la pista de baile de la discoteca Waka de Sabadell el pasado 23 de diciembre de 2022. El archivo, que se ha hecho de forma provisional, se debe al silencio de Twitter, que todavía no se ha pronunciado a la petición hecha por la jueza con el fin de identificar diferentes perfiles que habrían difundido el vídeo de forma ilícita y que podrían incurrir en un delito de revelación de secretos. La intención con esta petición, sobre todo, es saber quién fue la primera persona a difundirlo. Según ha informado el TSJC, una vez desde la red social se pronuncien y digan quién hay detrás de aquellas cuentas, se levantará el archivo y la investigación se seguirá llevando a cabo.

La decisión para hacerlo de esta manera se debe al hecho de que la causa podría acabar prescribiendo si la respuesta no llega a tiempo. Así pues, se evita que eso pase y se da más tiempo a Twitter para que se pronuncie sobre más de una treintena de perfiles. Concretamente, la jueza pide a la red social que facilite a los Mossos los datos de suscripción y el número de conexiones IP con fecha, hora y zona horaria en que se registraron 33 usuarios que retuitearon el vídeo, los números IP de sus conexiones entre el 23 y el 30 de diciembre y los datos de suscripción de dos usuarios que habrían sido los primeros a subirlo. Tanto la menor como el chico que la habría violado denunciaron la difusión de las imágenes y desde los Mossos d'Esquadra ya se avisó desde un primer momento de que su difusión era constitutiva de delito.

Investigan la agresión sexual a una menor en la discoteca Waka de Sabadell

Más allá de la investigación sobre la difusión del vídeo, los Mossos también investigan la presunta agresión sexual que denunció la menor de edad, que en las imágenes aparece practicándole una felación al joven. Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 23 de diciembre y, según la denuncia presentada a la policía catalana, ella no recordaba nada de todo aquello. Su familia desde el principio aseguró que la habían drogado. No obstante, las pruebas de sustancias estupefacientes practicadas resultaron negativas. Eso, sin embargo, no hizo más que dificultar la investigación a la policía catalana, ya que al hacerse el test más de tres días después de los hechos, los tóxicos podían haber sido ya expulsados del cuerpo y no quedaba acreditado que no hubiera sido drogada.