La tarde de ayer, el jueves 8 de septiembre, dejó el terrible balance de dos personas muertas por el impacto de un rayo. Los hechos sucedieron en la popular Cala Mesquida, situada en el nordeste de la isla de Mallorca (Islas Baleares) poco antes de las cuatro de la tarde, cuando una tormenta de gran carga eléctrica dejó caer casi 300 rayos en tres horas. Uno de estos rayos impactó fatalmente en dos hombres que, en aquellos momentos, estaban en la zona del arenal de la cala, electrocutándolos y fulminándolos. Los dos hombres, un turista alemán de 51 años, y un turista suizo de 65, murieron a consecuencia del incidente. Los primeros a atender a las víctimas fueron los miembros del equipo de socorristas que trabaja en la misma cala, los cuales han relatado hoy a los medios locales la escalofriante vivencia.

"Cuando llegamos nos encontramos dos cadáveres, uno de ellos completamente carbonizado"

El relato del equipo de socorristas resulta estremecedor. Tal como han explicado los testigos de este fatídico suceso al medio local Diario de Mallorca, tan pronto como empezó a golpear la tormenta, los socorristas prohibieron el baño con la bandera roja, y avisaron a los equipos de emergencias de las Baleares, así como a los bañistas de la cala.

Habían transcurrido escasos cinco minutos, pero el trágico accidente ya había sucedido. "Cinco minutos después de dar el aviso (...) vemos de lejos a un individuo a quien le salía humo del cuerpo", narra Federico Parisín, el jefe de los socorristas, al medio mallorquín. "Corrimos hacia él lo más rápido que pudimos para socorrerlo, pero cuando llegamos nos encontramos con los dos cadáveres, uno de ellos completamente carbonizado". La traumática visión no impidió a los socorristas atender y gestionar la situación, que era extremadamente delicada: "Empezamos allí mismo las maniobras de reanimación [a la otra víctima], bajo una tormenta eléctrica muy fuerte y temiendo también por nuestra vida". El socorrista explica que un grupo de alemanes los ayudaron a trasladar los cuerpos hasta la caseta del equipo de salvamento, donde reanudaron las maniobras de reanimación, ya protegidos de los rayos.

El turista suizo, de 65 años, fue, pues, la primera víctima mortal de este accidente meteorológico. Tal como relatan los socorristas, la "descarga eléctrica le entró por la cabeza y le salió por un pie", dejando su cuerpo totalmente quemado, y con humo saliendo. La segunda víctima mortal, el turista alemán de 51 años, estaba solo a 15 metros del suizo cuando recibió la descarga eléctrica, la cual se desconoce si fue un rebote del primer rayo, o un rayo diferente. Los intentos de reanimar al turista alemán, que en un primer momento había resultado herido de gravedad, se alargaron cerca de 40 minutos, pero, finalmente, solamente pudieron certificar la muerte.

La mujer del turista alemán presenció la muerte de su marido y necesitó asistencia psicológica

El turista alemán se encontraba en Mallorca de vacaciones con su mujer. Desgraciadamente, en el momento de los hechos, ella lo presenció todo a escasos metros de distancia de su marido, motivo por el cual requirió asistencia psicológica con el fin de afrontar la trágica situación y comunicarla a sus hijos, así como al resto de familiares.