Las bandas latinas violentas, organizadas como verdaderos entramados criminales, existen en Catalunya, aunque los Mossos d'Esquadra digan que no. Cuando menos, eso parece de la última investigación hecha por la Guardia Civil que ha permitido desmantelar y detener a varios miembros del Reino Hispano, la facción catalana de los Latin Kings, una de las bandas juveniles de origen sudamericano más peligrosas. A raíz de una investigación que arrancó en Reus, y tutelada por el juez Diego Álvarez de Juan, el titular de Instrucción 3 de la capital del Baix Camp, se ha conseguido dibujar todo el sistema criminal que tiene en Catalunya esta banda que los especialistas en Información de la Guardia Civil creen que estaban organizados para cometer acciones violentas relacionadas con agresiones, venganzas, tráfico de drogas y también estafas. De la investigación de la Guardia Civil se han podido desarticular las diferentes cédulas de esta banda latina que había arraigado en Catalunya; alguno de los arrestados ya tenían experiencia en otros de estos grupos donde imperan leyes marciales, castigos y dependencia directa del Supremo y la Suprema.

Las investigaciones hechas por la Guardia Civil, con especialistas de Información de la demarcación de Tarragona y también de la Zona de Catalunya, han podido deshilar la organización y saber quiénes eran los líderes -los Supremos (de la organización a escala catalana, el "Reino") y los Incas (en el ámbito local, los "Capítulos")- y la mayoría de los integrantes, los que formaban parte de pleno derecho de la banda, los autollamados Kings, o los Fases, los miembros sin voz ni voto, que todavía no tienen derecho a formar parte de la banda criminal que forman los Latin Kings.

 

Dos Supremos controlan a los Latin Kings en Catalunya

En Catalunya la Guardia Civil ha detectado que había dos supremos, un hombre y una mujer. M.C.R.H, alias 'Star', una chica de origen ecuatoriano que vive en l'Hospitalet de Llobregat, que se encargaba de dirigir los diferentes 'capítulos' -organizaciones más locales de los Latin Kings- y mantener contacto con los otros 'reinos' de España y de otros puntos del mundo, y, al mismo tiempo, aplicar las directrices del Concilio o Nación, el máximo organismo de mando y control de la banda en el ámbito español. También un Supremo, hombre, 'Trikimiki', J.A.M.R, también de origen ecuatoriano, vecino de Rubí. En este caso, este líder se encarga de coordinar los capítulos, supervisar el cumplimiento de las reglas y leyes propias de la banda y se encarga también de la seguridad y protección de los diferentes miembros de Latin Kings dentro del Reino Hispano, la facción catalana de la banda latina.

En Catalunya la Guardia Civil ha podido acreditar, y detener, miembros de cuatro capítulos, cuatro organizaciones locales que forman este Reino Hispano. El capítulo de Reus -durante la investigación mutó en capítulo de la Costa, con la suma del capítulo de Cubelles, con una fusión entre los dos-, el capítulo de la Sagrada Familia -con miembros en Barcelona y en l'Hospitalet de Llobregat-, el capítulo de Granollers y el capítulo de Rubí.

Aunque cuando se explotó la investigación para detener a los miembros de los diferentes capítulos y a los líderes se arrestaron a una treintena de personas, solo unas quince fueron entregadas al juez. Todos quedaron en libertad, acusados de pertenencia a organización criminal, coacciones, amenazas, estafa y tráfico de drogas, a la espera de que se pueda celebrar el juicio cuando finalice la instrucción. El juez Diego Álvarez de Juan, a pesar de que, en el auto asegura que todos tienen origen en la América del Sur, cree que tienen bastante arraigo en Catalunya para no escaparse; sin embargo, les ha retirado el pasaporte y ha ordenado que comparezcan en los juzgados cada primero de mes para confirmar que no se han escapado. En los registros, más de diez en todo el país, se encontraron armas y también drogas.

Más de 60 Latin Kings en Catalunya

Aunque la investigación de la Guardia Civil no ha podido aclarar desde cuando está en marcha esta facción catalana de los Latin Kings, creen que desde 2022, como mínimo, que están en marcha. Fue en aquel momento, en agosto del 2022, cuando los especialistas en Información detectaron perfiles en redes sociales de este grupúsculo en Reus, y fue cuando empezaron a estirar el hilo para llegar a poder dibujar toda la organización y su funcionamiento. En Catalunya se han identificado un total de 60 personas que podían estar vinculadas, en diferentes formas, a esta organización, el Reino Hispano -del cual dependían los capítulos locales y que, al mismo tiempo, dependía de la Nación (a escala española) y de los Estados Unidos, como el actual máximo nivel de mando. En el Estado también hay el reino Inca, en Madrid, el reino Maya, en el País Valencià, y el reino Azteca, en Murcia.

Los investigadores han confirmado que Latin Kings en Catalunya, con el Reino Hispano, funcionaba de manera jerárquica y piramidal, con distribución de tareas y responsabilidades, y con aportaciones económicas periódicas que era lo que hacía mantener la organización, más allá de los que conseguían del tráfico de drogas y las estafas. Los miembros de los diferentes capítulos, los que ya estaban coronados -Kings-, participaban en reuniones cada primer domingo de mes. Antes de ser miembro de pleno derecho de la banda, tenían que ser conocedores de la 'Literatura', el código de orden interno que se tiene que cumplir casi ciegamente, y que las sanciones pueden ser castigos físicos de diferente consideración. Los capítulos también tienen cargos internos, como el Inca, el máximo responsable, y también un segundo, el Cacique, un tercero, el Jefe de Guerra -el más operativo-, un cuarto, el Tresorero, y un quinto, el que se bautiza como Maestro. Este organigrama se replica en todos los capítulos investigados por la Guardia Civil en Catalunya.

Objetivo: desplegar el crimen por Catalunya

El objetivo de los diferentes capítulos y del Reino Hispano era conseguir ganar fuerza, sumar más adeptos y organizarse para cometer delitos, como participación en peleas, revanchas y ataques a bandas rivales y también al tráfico de drogas, un hecho que permite al juez calificarles, en esta fase de la investigación, como una organización criminal. Durante la investigación se detectó la utilización de palabras claves para complicar el trabajo de la policía; love, juguete o frijoles son algunas de las palabras que utilizaban para referirse a armas.