Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Rubí investigan la agresión que propinó un paciente a un médico del Centre d'Atención Primària Antón de Borja de Rubí, en Barcelona. Los hechos tuvieron lugar el 16 de octubre cuando un hombre se estaba sometiendo a una analítica de sangre. En ese momento, el médico entró en la sala de extracciones. Según ha podido saber ElCaso.com el paciente pidió una medicación al médico y empezaron a discutir. El agresor empezó a increpar al facultativo y lo catalogó como "asesino".
El agresor es un hombre de 31 años nacido en Siria y, no contento con gritar y amenazar al médico, se puso aún más nervioso y empezó a propinar puñetazos y patadas a la víctima. Como el CAP Antón de Borja no tiene seguridad privada, fueron los compañeros de trabajo del doctor los que lo separaron del agresor y llamaron a los servicios de emergencias. Hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones de los Mossos d'Esquadra, que tomaron declaración a ambas partes para saber qué había pasado exactamente.
El médico no quiso presentar ninguna denuncia al momento, alegando que estaba trabajando y que la presentaría cuando terminase de trabajar, en Barcelona. Por este motivo, la policía catalana no practicó ninguna detención. Días más tarde, pero, la víctima se desplazó a la comisaría de Sant Martí, en la ciudad condal, donde explicó los hechos a los agentes. Ahora, las diligencias se las han quedado los Mossos d'Esquadra de la Comissaría de Rubí, que investigan los hechos como un supuesto delito de atentado contra un funcionario público.
Las agresiones, en aumento
Este caso pone en evidencia un problema creciente: el aumento de las agresiones al personal sanitario. Aunque la mayoría de los casos son insultos o amenazas, las agresiones físicas —como lo vivido en el CAP Anton de Borja hace pocos días— también se han incrementado considerablemente. Los médicos, las enfermeras y el personal administrativo de los centros de atención primaria son los colectivos afectados, más aún que el personal sanitario que trabaja en los hospitales. Muchos denuncian una creciente sensación de desprotección, especialmente en aquellos CAP sin vigilancia privada. Los diferentes colegios profesionales, como el de médicos de Cataluña o el de enfermeras de Cataluña ha reclamado, en más de una ocasión, más seguridad y campañas de sensibilización para recordar que ningún profesional "debería sufrir violencia por hacer su trabajo".