Nada parecía indicar que un baño, algo que todo el mundo hace de forma rutinaria, iba a poner fin a la vida de una mujer de 85 años. Los Mossos d'Esquadra recibieron este lunes, 15 de diciembre, la denuncia de una familia que informaba que la abuela, que vivía en una residencia para personas mayores, había sufrido quemaduras muy graves después de haberse duchado. La mujer ya llevaba cuatro años viviendo en este geriátrico situado en Vilanova del Camí, en Barcelona, y estaba muy habituada a su rutina. El pasado 19 de octubre, sin embargo, un cuidador bañó a la señora con el agua "demasiado caliente" y, a raíz de ello, sufrió quemaduras. El servicio de enfermería del geriátrico, al ver la gravedad de las heridas, decidió derivar a la mujer a Urgencias de un centro hospitalario, donde recibió el alta para seguir los cuidados en la residencia. La evolución, según informa el hogar de ancianos, fue favorable, pero semanas después contrajo una infección respiratoria y la mujer tuvo que volver al hospital donde, finalmente, falleció.
Una vez los hechos han sido denunciados, los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para esclarecer qué ocurrió exactamente aquel fatídico 19 de octubre y determinar si la muerte de la mujer ha sido una cadena de desafortunadas consecuencias o si, por el contrario, el cuidador que bañó a la abuela cometió negligencias graves mientras hacía su trabajo.
El trabajador se va
La residencia donde vivía la víctima, por su parte, ha comunicado que se ha puesto a disposición de los Mossos d'Esquadra para ayudar en todo lo que sea necesario para esclarecer los hechos. Además, ha informado que una vez tuvieron constancia del incidente, es decir, de las quemaduras que había sufrido la mujer, abrieron una investigación interna y abrieron un expediente disciplinario al trabajador. El cuidador, sin embargo, en lugar de presentar alegaciones sobre los hechos, decidió dejar la empresa.