La Guàrdia Urbana de Barcelona ha detenido, este martes 16 de diciembre, a un hombre acusado, supuestamente, de haber robado alimentos de un supermercado para después, en vez de comérselos, venderlos sentado en el banco más cercano. Los hechos tuvieron lugar en la ronda de Sant Antoni de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella, cuando una patrulla de la Unitat de Seguretat Ciutadana vio al hombre exponiendo los productos alimentarios que, en teoría, deberían estar dentro de un lugar frío. Los agentes se acercaron al hombre para identificarlo y preguntar cuál era el motivo exacto por el cual tenía los alimentos fuera de una nevera o un congelador y, además, por qué intentaba venderlos.
El hombre, al ser interrogado por la policía, comenzó a dar respuestas contradictorias e inconexas y los agentes, además, vieron cómo los productos, que debían estar refrigerados, aún llevaban el etiquetado de un establecimiento cercano. Ante los indicios de que los productos podrían haber sido robados, la patrulla de la Guàrdia Urbana de Barcelona fue a la tienda y, tras preguntar a la responsable, descubrió que, efectivamente, el individuo había sustraído los alimentos, valorados en 600 euros. La comida, además, tuvo que tirarse y no se pudo volver a poner dentro del stock de la tienda, ya que, al haber estado expuesta tanto tiempo en la calle, había perdido la cadena de frío.
Delito de hurto
Con todo, los agentes detuvieron al hombre como supuesto autor de un delito leve de hurto. La policía, sin embargo, no ha comunicado la nacionalidad, la edad ni los antecedentes policiales del detenido, que fue trasladado a comisaría, a la espera de pasar a disposición judicial ante el juez en funciones de guardia. Según el Código Penal, en España el delito leve de hurto sin violencia ni intimidación se castiga con penas de entre uno y tres meses de prisión. Esta condena, sin embargo, podría aumentarse si el individuo es multirreincidente.