El miércoles seis de diciembre era fiesta, pero un grupo de ladrones, todos de nacionalidad chilena, cometieron el error que permitió iniciar una investigación a los Mossos d'Esquadra que ha permitido detenerles y que dos de ellos ingresen en prisión. Aquel día asaltaron una casa de les Franqueses del Vallès. Aquel día no fueron detenidos, pero un vecino apuntó la placa de matrícula de aquel coche, un SUV de color rojo. Solo con aquella matrícula, poco se habría podido hacer, pero los investigadores de la Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Granollers (Vallès Oriental), que asumieron aquel caso, tuvieron un golpe de suerte.
La policía vasca paró al mismo vehículo cuando acababan de robar en otra casa en el País Vasco y los detuvieron. Quedaron en libertad con cargos y sabiendo que ahora la policía tenía sus nombres y el coche, lo devolvieron y cogieron otro. Pero la información ya había llegado a los Mossos, que pudieron saber, o intuir, quiénes eran los ladrones que el día de la Constitución habían entrado en un chalet de les Franqueses. Aquí nace el caso Car Red, de coche rojo, y eso permite estirar el hilo. Y hasta hoy.
Los Mossos d'Esquadra iniciaron una investigación que fue pudiendo situar a los ladrones, que tenían una gran movilidad por todo Catalunya y también por el extranjero, con visitas fugaces a Milán, París y Zurich o a la Catalunya Nord. Los investigados habían entrado en el mes de noviembre en nuestro país, aprovechando un visado de turista, que les permite estar aquí durante 90 días. No tenían permiso de trabajo ni de residencia. Los ladrones, que formaban un grupo criminal, habían llegado a cambiar trece veces de vehículo y cuatro de casa -vivían alquilando habitaciones- para complicar el trabajo de la policía. También habían conseguido un desinhibidor que utilizaban para desactivar las alarmas de las casas, siempre chalets en urbanizaciones, que asaltaban. Los investigadores de la UI de Granollers creen que hacían entre uno y tres robos al día.
Asaltaban chalets y escondían los objetos en un trastero
No seleccionaban con demasiada precisión las casas y se llevaban todo lo que podían; sobre todo, joyas y dinero, si bien también se ha intervenido ropa de marca. Aprovechaban el mediodía -es habitual con ladrones chilenos, los georgianos lo hacen más de cara a la noche y noche, por ejemplo- para entrar y después iban hasta el almacén, un trastero en l'Hospitalet de Llobregat, a esconder los objetos. Los que podían, los vendían y hacían transferencias, casi diarias, a su país. Los Mossos d'Esquadra están todavía analizando todos los datos recogidos para saber cuánto dinero pudieron lograr y enviar a Chile.
Y los Mossos, que están seguros de que han participado en más de 30 robos, sobre todo en los dos Vallès, Maresme y también en la región metropolitana Sur, creían que querían marcharse de Catalunya en pocos días, para instalarse en otro lugar. Para evitar que se marcharan, el pasado 6 de febrero se decidió explotar el caso. Cuando los investigadores los detectaron que habían vuelto de la Catalunya Nord de hacer varios robos, y cuando iban en dirección a l'Hospitalet de Llobregat a dejar objetos en el trastero, decidieron pararlos en medio de la calle y fueron detenidos. En el vehículo detuvieron a cuatro personas y la quinta fue detenida en un piso de Barcelona, donde vivían.
Los integrantes de este grupo iban variando, no siempre eran los mismos, y alguna vez se habían peleado entre ellos para repartirse el botín. En el registro del vehículo, del trastero y también de los pisos localizaron un gran número de objetos robados. Entre otros, una estatuilla de la Virgen de Montserrat, un lingote de oro valorado en 6.000 euros y también varios relojes, si bien los dos de más valor, dos Omega, eran los que llevaban los ladrones cuando fueron detenidos, que pueden valer más de 5.000 euros. Aunque no las llevaban encima, los Mossos también han recuperado dos armas de fuego. Una detonadora y una real, de calibre 22. También se ha encontrado munición de arma de 9 mm, pero no se ha localizado.
Dos de los ladrones, en prisión
Esta investigación, que se enmarca en el Plan Oikos del comisario Sergi Pla, en la región Metropolitana Norte, contra el robo en pisos y casas, ha acabado con el ingreso en prisión de dos de los ladrones, de los dos que los Mossos tenían más pruebas contra ellos y que podían acreditar su participación en diez asaltos. Los otros, uno de ellos solo hacía diez días que estaba aquí, se tendrá que aclarar su participación en todos los robos. Con todo, sin embargo, los tres que han quedado en libertad se han quedado sin pasaporte y no pueden salir, supuestamente, del Estado.
Todos los detenidos eran de nacionalidad chilena y actuaban de manera organizada, pero sin dependencia de otras organizaciones o bajo el mando de otros compatriotas suyos. Según la primera fase de esta investigación, las escuchas telefónicas hechas por los agentes de la Unidad de Investigación de Granollers han detectado que su único motivo para estar aquí en Catalunya era para robar y que tenían intención de marcharse, a la zona Schengen, para seguir haciéndolo, y evitar ser pillados si aquí ya habían levantado la liebre. Parte de las diligencias que quedan ahora para hacer son poder aclarar todo el dinero que pudieron conseguir vendiendo los objetos robados y cuánto, vía transferencias, hicieron salir del Estado. La investigación, aseguran los jefes de la unidad -se ha hecho con agentes del grupo de Patrimonio de la Unidad de Investigación, pero con la colaboración de los otros grupos por la envergadura del caso- todavía no se ha cerrado, se está haciendo búsqueda de más víctimas para poder relacionar los ladrones con más robos cuando sean juzgados.