El Departamento de Justícia ha levantado la sanción impuesta a Rosa Peral por haber concedido una entrevista a Catalunya Radio. La asesina condenada había sido expedientada a mediados de septiembre al considerar que había hecho un mal uso del régimen interno de comunicaciones, considerado como una falta grave, motivo por el cual se le habían restringido las comunicaciones y visitas. Esta medida, sin embargo, tal como detalló ElCaso.com, era cautelar y tenía un mes de duración, aunque se podía retirar antes dependiendo de la evolución de las circunstancias de la reclusa, como así ha acabado pasando. La decisión del levantamiento de la sanción se comunicó a la misma Rosa Peral este miércoles.
Sancionada de manera cautelar por la entrevista prohibida
Rosa Peral había sido sancionada provisionalmente después de que utilizara las llamadas que podía hacer a familiares y amigos por participar en un documental de Netflix y por conceder una entrevista a El Matí de Catalunya Radio con Ricard Ustrell. En este último caso, el programa había solicitado formalmente poder hacer la entrevista, pero desde el departamento de Justícia se lo habían negado, aunque Rosa Peral había aceptado. Sin embargo, finalmente, a través de las llamadas con los familiares, la pudo hacer.
Eso, según el Departamento de Justícia, fue considerado una "falta grave" y se le impusieron sanciones cautelares que la dejaron cada vez más incomunicada. Se le restringió las visitas durante un mes a familiares de primeros y según grado, así como relaciones afines. Además, también se le limitó las comunicaciones por teléfono con su entorno más próximo, como su padre y sus hijas. Su abogada era la única persona con quien se ha podido comunicar y encontrar sin restricciones durante este tiempo.
También se registró su celda en la prisión de Mas d'Enric por si escondía algún teléfono móvil, pero no se encontró ninguno. Finalmente, antes de cumplir del mes fijado para las medidas provisionales, se le han levantado las restricciones, volviendo al régimen que tenía anteriormente. Desde Justícia apuntan que el objetivo final del sistema penitenciario es la reinserción de los reclusos y no el castigo. En este sentido, las medidas se habían tomado al considerar que la sobreexposición de Peral a los medios de comunicación podía perjudicar su proceso de reinserción.