Esta mañana, 13 de noviembre, la hermana de Eugen Marin Sabau, el pistolero de Tarragona, el hombre que el 14 de diciembre entró en la oficina de Securitas en Tarragona y abrió fuego contra los trabajadores y durante su fuga hirió a un agente de los Mossos a tiros junto a Reus y finalmente fue abatido a tiros por el Grupo Especial de Intervención (GEI) en Maspujols (Baix Camp), donde se había escondido en una masía junto a la carretera T-11, ha comparecido ante el juzgado de instrucción número 1 de Reus para ratificar la denuncia que ha presentado contra varios agentes de la policía catalana por el operativo policial de aquel día.

Eugenia Ciocan ha denunciado en varios agentes de los Mossos por un delito de lesiones al considerar que la manera como fue abatido su hermano, que finalmente acabó muriendo después de ser eutanasiado, a petición suya, por las lesiones producidas, fue desproporcionada y que no se intentó negociar con el exvigilante de seguridad, que, armado, estaba parapetado en un muro en medio del campo, junto a la masía donde se había escondido inicialmente.

"Desproporcionada"

En la denuncia, en la cual ha tenido acceso ElCaso.com, se asegura de que los agentes, por la defensa, no negociaron una rendición pacífica con el pistolero Eugen Marin Sabau y que abrieron fuego de manera reiterada, con un intercambio de casi 90 tiros de bala, algunos de ellos de disuasión, tal como declararon los Mossos d'Esquadra en sede judicial durante la primera fase de la investigación, que llevó el juzgado número 5 de Tarragona. Ahora es un juzgado de Reus a quien tendrá que aclarar si la neutralización del hombre rumano se hizo de manera correcta o si fue, como asegura la hermana, "desproporcionada".

En el escrito de la denuncia de la hermana se pone de relieve que aunque el grupo especial tenía un vehículo blindado en la zona de los hechos, no lo utilizaron para acercarse al hombre armado para intentar acercar la megafonía y poder intentar negociar con él, después de que el contacto del equipo negociador, por vía telefónica, fuera negativo. En un informe policial en el cual ha tenido acceso ElCaso.com, el vehículo blindado, un Land Cruiser de la marca Toyota, se hizo servir para acceder al hombre, cuando ya estaba abatido, ya que el vehículo es defensivo -se utiliza por protección de personas- al no tener la certeza de que el pistolero hubiera instalado trampas contra los agentes por si, como fue, era abatido por la policía. Una vez con el Land Cruiser blindado los agentes pudieron llegar hasta Eugen Marin Sabau y aseguraron la zona, fueron los primeros al atender al hombre, con diferentes torniquetes, hasta que el UIS-Orca del SEM pudo llegar a la zona y atender al pistolero.

La defensa de la hermana ve "descontrol" en el operativo

Según los informes médicos que aporta el abogado Gerard Amigó sobre las heridas que tenía el pistolero cuando ingresó después de ser abatido, se asegura de que tenía tiros en el brazo, en la escápula y en una pierna, dónde había mucha metralla. El mismo abogado contrapone varias declaraciones de los efectivos del Grupo Especial de Intervención (GEI) sobre los hechos y sobre el número de tiros que se hicieron para poder abatirlo y desde qué posiciones y sobre quién vio qué. Amigó, en el escrito de la denuncia, apunta a un "descontrol" en el operativo y asegura que los Mossos no pueden aportar a quién dio el orden de disparar ni quién dio la orden de parar el fuego.

La denuncia se ha hecho contra un total de una decena de agentes, que tendrán que declarar ante el juez, por este delito de lesiones por los cuales ahora serán investigados. La defensa de la hermana del pistolero ha pedido también la declaración del inspector Quico Moragues, jefe del Área de Investigación Criminal (AIC) de Tarragona, como testigo. También para escuchar su declaración, se ha pedido la comparecencia, y lo ha autorizado el juez Adrián Muñoz Olmos, de varios agentes de los Mossos y de dos doctores de Bellvitge y de la Vall d'Hebron, dónde atendieron en primera y segunda instancia, después de ser trasladado por el SEM en helicóptero, el hombre que finalmente fue eutanasiado.

Aclarar qué pasó

La querella que ahora se ha admitido a trámite contra los agentes de los Mossos d'Esquadra, la mayoría operativos, ninguno de ellos, ahora mismo, es alguno de los jefes del dispositivo, tiene que servir, según Amigó, para depurar responsabilidades y poder aclarar qué pasó y si realmente no se agotaron todas las vías de negociación con el hombre que finalmente tuvo que ser abatido por los Mossos. Oficialmente, el cuerpo de los Mossos d'Esquadra ha declinado valorar el operativo, a la espera de que sea el juez quien saque sus conclusiones con toda la información que se ha entregado o que se podrá entregar en nuevas diligencias. Fuentes de la policía catalana consultadas por ElCaso.com avalan el dispositivo y la resolución de los hechos.