Casi una hora y media de viaje y 225 euros por el trayecto. Esto es con lo que se encontró un joven después de pedir un taxi en Barcelona para ir hasta Cambrils. El individuo se había subido al coche este martes de madrugada, tras concertar el servicio, todo iba muy tranquilo hasta que el taxista, al llegar al destino, le dijo cuánto costaba la carrera. El cliente, de 26 años, no acabó de estar satisfecho con el precio y después de un tira y afloja con el conductor, le propinó un mordisco en la mano para, acto seguido, huir corriendo.
El mordisco al taxista, para no pagar los 225 euros del viaje que había realizado entre Barcelona y Cambrils, fue la distracción necesaria para poder zafarse después de más de una hora en la carretera para poder llegar a esta localidad del Baix Camp. Pese a ello, el taxista denunció los hechos ante los Mossos d'Esquadra y los agentes lo pudieron localizar poco después. Una vez lo pillaron, el joven se resistió a la detención. En cualquier caso, ha quedado arrestado y la policía catalana le atribuye los delitos de lesiones, estafa de carácter leve y resistencia a la autoridad.
Arrastra a un taxista colgando de la puerta del coche
La última vez que se dio una agresión grave a un taxista en Catalunya -no relacionada con incidencias de tráfico con otros vehículos- tuvo lugar en Cornellà de Llobregat el pasado noviembre. Un hombre de 60 años aprovechó que había salido del vehículo para atender a unos clientes en un hotel, para entrar en el turismo y sustraer toda la recaudación del día. Pero en aquel preciso instante, el taxista se percató de ello y el ladrón salió corriendo hacia un coche que lo esperaba para escaparse rápidamente de allí.
El taxista lo cogió cuando ya estaba dentro del coche y fue arrastrado varios metros por el suelo, sobre el asfalto y colgando de la puerta entreabierta del copiloto. Sufrió varias lesiones en las piernas. Los Mossos d'Esquadra detuvieron al individuo que había cometido el robo, pero no lograron pillar al cómplice necesario que conducía el vehículo en el cual huyeron del aparcamiento del hotel de Cornellà de Llobregat.