Todo podría haber acabado en una desgracia pero solo fue un susto con un rasguño en la fachada de una iglesia. Un joven, menor de edad, robó una excavadora en Pollença (Mallorca) este lunes de madrugada, hacia la una. Entre la noche del día de Navidad y las primeras horas de Sant Esteve. La condujo por las calles del pueblo hasta la plaza Mayor, según ha informado la Policía Local. Una vez llegó al céntrico emplazamiento captó la atención de varios chicos allí presentes y muchos vecinos que salieron a ver qué pasaba al escuchar ruido. Pero no se detuvo allí, continuó su camino por los estrechos pasajes del casco antiguo hasta que se encontró ante la parroquia principal. Allí, por lo visto, perdió el control e introdujo el martillo del brazo del vehículo perforador contra la fachada del templo católico.

El joven provocó daños mínimos en la fachada de la iglesia

La iglesia de Pollença sufrió daños por estas acciones, aunque mínimos. Más sorprendidos se encontraban sus vecinos, al ver cómo el martillo de la excavadora provocaba un escalofriante ruido como si intentara tirar al suelo la fachada del templo. Un hombre detuvo el ataque al edificio y pilló al menor, que poco después fue llevado al cuartel de la Policía Local, donde fue identificado y detenido. No obstante, según ha explicado Última Hora, la parroquia ha anunciado que no denunciará al joven por el ataque cometido la madrugada de Sant Esteve. De hecho, los daños provocados en el complejo histórico catalogado como Bien de Interés Cultural, han sido mínimos: "un arañazo".

En estos momentos el departamento insular de Patrimonio está valorando el suceso antes de anunciar si abre o no expediente disciplinario o si tendrá que ejecutar una reparación en la fachada del templo. Pero además del posicionamiento de la parroquia, la empresa a la que el joven habría hurtado la excavadora no ha presentado denuncia. El cura de la iglesia de Pollença, Danilo de Urbeza, ha explicado al medio citado, que "no fue un acto directamente contra la parroquia sino que fue un efecto colateral, además los daños han sido insignificantes". Es por esto que, ahora mismo, el menor ha conseguido salir ileso administrativamente de su propia gamberrada.