Malestar e indignación a partes iguales entre los vecinos de Manlleu por una mujer multirreincidente, de nacionalidad española y residente de este municipio de Osona (Barcelona), que entra y sale de la comisaría de la Policía Local como de su casa. La delincuente ha sido detenida en tres ocasiones diferentes solo esta semana, añadiendo estos tres arrestos a la larga lista de antecedentes en la que acumula un total de 29. Por si no fuera poco, esta misma mujer tiene siete órdenes de alejamiento de siete personas diferentes, víctimas de diferentes delitos que ha cometido a lo largo del tiempo y por los que, según parece, la justicia no considera que tenga que pasar por la cárcel.
El alcalde de Manlleu, Arnau Rovira, ha expuesto este caso que, desafortunadamente, no es el único por toda Catalunya, en un vídeo publicado en las redes sociales en el que pide "cambios normativos para hacer frente a la multirreincidencia y acabar con la impunidad de las personas multirreincidentes". "Esto nos hace enfadar y nos hace estar indignados", ha expresado en referencia a la poca contundencia, cuando menos, de la Justicia a la hora de sancionar a esta mujer en concreto, pero, también, al resto de delincuentes con un grado de reincidencia criminal elevado.
"En Manlleu hemos conseguido hacer bajar los índices de criminalidad, de delincuencia, pero necesitamos unas medidas urgentes", ha añadido con unas peticiones que se suman a los de alcaldes como el de Sant Feliu de Guíxols, Carles Motes, quien la semana pasada reivindicaba "tolerancia cero con la multirreincidencia" y un cambio en la legislación para evitar que personas que deciden perturbar la convivencia con actitudes delictivas y antisociales puedan seguir haciendo de las suyas.
La problemática de los multirreincidentes que vuelven a la calle
En Sant Feliu de Guíxols, en el Baix Empordà (Girona), la Policía Local ha detenido a un joven de 23 años y de origen africano un total de 43 veces por diferentes delitos -desde hurtos y robos hasta peleas-, pero quien, a pesar de todo, continúa en la calle. En Calella, en el Maresme (Barcelona), dos multirreincidentes acosaron a una chica por la calle, agredieron al hombre que impidió que la situación fuera a más y, cuando llegaron las patrullas de la Policía Local, también se enfrentaron con los agentes. A pesar de quedar detenidos por los delitos de agresión y atentado contra los agentes de la autoridad, fueron puestos en libertad.
También en Badalona, donde su alcalde, Xavier Garcia Albiol, puso el grito en el cielo después de que la Guàrdia Urbana pillara a un hombre de nacionalidad ghanesa cuando intentaba colarse en un almacén del barrio del Remei de la ciudad. Al identificarlo, descubrieron que ya había sido detenido una cincuentena de veces por delitos contra el patrimonio, pero que, en todos los casos, había vuelto a la calle después de pasar a disposición judicial.
Estos son solo algunos de los episodios de multirreincidencia más recientes en Catalunya donde, si las administraciones correspondientes no hacen nada, estas situaciones no harán más que persistir y aumentar a lo largo del tiempo.