Xavier Garcia Albiol, alcalde de Badalona, ha mostrado su indignación más absoluta al enterarse de que la Guardia Urbana del municipio ha detenido a un hombre, de nacionalidad ghanesa, por quincuagésima vez. El alcalde no comprende cómo puede ser que la ley proteja a un individuo "que ha venido de fuera de nuestro país" y que acumula medio centenar de detenciones, y no entiende que pueda seguir en libertad en lugar de ser encarcelado o expulsado de nuevo a su país de origen. Esta última detención ha estado por un robo con fuerza en un almacén, donde lo han pillado in fraganti.
Los hechos han tenido lugar hacia las cuatro de la madrugada, cuando una patrulla de la Guardia Urbana de Badalona ha detectado a un hombre que se estaba intentando colar ilegalmente en un almacén del barri del Remei y, al verlo, los agentes han ido directamente a detenerlo, lo que han conseguido hacer antes de que robara nada. El hombre, de 46 años, ha sido identificado inmediatamente, ya que era un viejo conocido de la policía: el ladrón había sido detenido ya cincuenta veces anteriormente por otros robos.
Reincidentes que nunca entran en la prisión
Xavier Garcia Albiol, ha declarado públicamente que no es capaz de entender cómo puede ser que una persona inmigrante haya sido detenida cincuenta veces y siga libre, y defiende que se lo tendría que expulsar hacia su país de origen, y añade que la ciudadanía tampoco lo comprende. No se trata del único alcalde que se queja del funcionamiento de la justicia.
Marc Buch, alcalde de Calella, también hizo un comunicado público donde se quejaba de que el trabajo de los cuerpos policiales era excelente, pero que no servía de nada porque después, cuando los delincuentes llegan al juzgado, son puestos en libertad aunque acumulen decenas de antecedentes o tengan evidentes pruebas en contra. El alcalde puso el ejemplo de dos hombres, multirreincidentes habituales del municipio, que acosaron a una mujer y agredieron a un hombre y a los agentes que los detuvieron, pero que al llegar a los juzgados, donde también se comportaron con gritos y golpes, fueron puestos en libertad.