El hombre del Alt Penedès (Barcelona) que pasó 15 años encerrado en prisión por una violación que no cometió no recibirá ninguna indemnización. Así lo ha decidido la Sala Contencioso Administrativa de la Audiencia Nacional española, a pesar de que el Tribunal Supremo lo absolvió hace menos de un año, reconociendo que su condena fue un grave error judicial. Estuvo 15 años en prisión, condenado con pruebas que lo contradecían, y ahora el Estado le dice que no le debe nada. Los hechos constituyen un escándalo judicial de proporciones mayúsculas. Ahmed Tommouhi fue condenado en el año 1992 por una violación en Barcelona. La jueza que dictó la sentencia fue Margarita Robles, actual ministra de Defensa. ¿La base de la condena? Una identificación en rueda de reconocimiento hecha por la víctima. Y nada más. Ninguna otra prueba. De hecho, la única prueba científica —un análisis de semen encontrado en la ropa interior de la víctima— lo exculpaba claramente. Pero el tribunal no hizo caso.
Finalmente, el Tribunal Supremo le dio la razón y lo absolvió definitivamente el año pasado. Una absolución que reconocía explícitamente que había sido condenado por error. Pero ahora, la Audiencia Nacional ha decidido que esto no constituye un “error judicial evidente” y ha denegado la indemnización que pedía el hombre de Sant Pere de Riudebitlles. Según estos jueces, el caso no cumple los requisitos para ser compensado. Es decir, puedes perder media vida entre rejas, sin pruebas, y que nadie te pague ni un euro.
Error tras error
La sentencia de la Audiencia Nacional, que impone las costas del proceso al propio Tommouhi, incluye incluso errores formales: no está ni numerada y contiene párrafos donde se ve claramente que alguien se ha olvidado de hacer el clásico “copiar y pegar”. El ponente de la resolución es Francisco Díaz Fraile, con el apoyo unánime de las magistradas Isabel García García-Blanco, Lucía Acín Aguado, Ana María Sangüesa y el presidente José Félix Méndez Canseco. La Abogacía del Estado también pidió que se desestimara la demanda. Ahmed Tommouhi fue condenado junto con otro ciudadano marroquí, Abderrazak Mounib, que murió de un infarto en prisión. Él nunca pudo ver reconocida su inocencia. Ahora, la defensa de Tommouhi lo llevará a otras instancias para intentar revocar esta sentencia de la Audiencia Nacional.