La Fiscalía de Menores de Álava investiga a dos alumnas, de 12 años, como supuestas autoras de diferentes agresiones sexuales cometidas, de manera reiterada, contra una niña de 6 años en un colegio público de Vitoria, en el País Vasco. Los hechos, que habrían tenido lugar entre finales de septiembre y principios de octubre, se habrían producido dentro del recinto escolar, durante la hora del patio o del comedor.
La madre de la víctima empezó a tener sospechas cuando la niña no quería que sus progenitores la vieran desnuda y se negaba a que la ducharan. Días más tarde, la madre descubrió heridas en la zona genital de la menor. Estas eran de diversa consideración y se notaba que se habrían provocado en diferentes días. La madre presentó la denuncia a la Ertzaintza y, tal y como obliga el protocolo, la niña fue atendida en un centro hospitalario que evaluó los daños físicos y psicológicos que presentaba la víctima a causa de las agresiones sexuales.
Las agresoras, inimputables
Las dos agresoras, dos niñas de 12 años, han sido identificadas y ya han declarado ante los servicios especializados de la Fiscalía, que ha abierto diligencias para aclarar la naturaleza de los hechos y determinar si, efectivamente, hay indicios de un delito de agresión sexual. Las dos agresoras no pueden ser imputadas, ya que la Ley de Responsabilidad Penal del Menor establece que en España la edad en la que puedes ser imputado, es decir, que tienes responsabilidad penal, es a partir de los 14 años. Aun así, sus familias sí que podrían tener que pagar las reclamaciones e indemnizaciones que pida la familia de la víctima.
Dado que tanto las supuestas autoras como la víctima son menores de edad, el caso se trata bajo secreto de las actuaciones y el gobierno vasco ha pedido 'mucha cautela' a la hora de tratar el tema. El Departamento de Educación del Gobierno Vasco, por su parte, ha confirmado que la escuela donde van las tres menores de edad se ha puesto a disposición de la Fiscalía de Menores para colaborar con la investigación y, aparte, ha activado los protocolos internos para garantizar la convivencia y seguridad de la niña, y del resto de los alumnos, en las aulas. Este caso, sin embargo, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la necesidad de reforzar la educación afectivosexual y los mecanismos de prevención dentro de los centros escolares.