Desde hace muchos meses, los ciberdelincuentes utilizan la angustia de centenares de familiares para llenarse de dinero las cuentas corrientes. Mensajes como mamá, he perdido el móvil, escríbeme a este teléfono o papá, necesito dinero urgentemente se han convertido en el inicio de una estafa masiva que ha dejado muchas víctimas en todo el mundo. La Policía Nacional de España ha detenido en dos ciudades de Barcelona, Sabadell y Cerdanyola del Vallès, a los integrantes de una red criminal que ha dejado cerca de 160 víctimas en toda España y ha defraudado más de un millón de euros.
La investigación comenzó en el mes de abril, tras recibir la denuncia de una víctima en Santa Cruz de Tenerife. Los agentes tiraron del hilo y descubrieron una organización muy bien estructurada, que combinaba las estafas clásicas, como la del hijo en apuros, con técnicas más sofisticadas de smishing (mensajes de texto falsos) y vishing (llamadas suplantando identidades).
Modus operandi
Según ha informado la Policía Nacional, los sospechosos utilizaban las cuentas bancarias de mulas financieras, es decir, personas que, de forma voluntaria o sin saberlo, les servían para recibir dinero o mover dinero de origen ilegal a sus cuentas corrientes en nombre de delincuentes. Además, también utilizaban identidades falsas y teléfonos de los cuales se deshacían rápidamente para evitar ser detenidos.
El método del hijo en apuros es una estafa que explota la confianza de sus víctimas, a las que manipulan para conseguir dinero. Primero, estudian el perfil de las personas a las que robarán, con el mismo factor en común: tener un hijo emancipado, estudiando fuera, o de viaje. A continuación, contactan con la persona a través de un SMS o un WhatsApp, haciéndose pasar por el hijo. Para justificar que el número de teléfono con el que contactan no es el habitual, apelan al hecho de que tienen un problema con su móvil. Las conversaciones empiezan con un saludo personal, creando una conexión emocional instantánea, después de la cual trasladan la urgencia con mensajes de desesperación que provocan la reacción protectora de los padres.
Una vez captada la atención y establecida la confianza, les relatan que se encuentran en un problema repentino que deben resolver inmediatamente y para el cual necesitan un pago en ese mismo momento, pero que no pueden acceder a su cuenta bancaria. Por este motivo, necesitan que la víctima haga una transferencia urgente al número de cuenta que los falsos hijos les facilitan. Es tal el poder de convicción de los estafadores que, en la mayoría de casos, consiguen que la persona perjudicada les haga transferencias continuas de grandes cantidades de dinero.
El dinero que la banda criminal conseguía era blanqueado a través de criptomonedas y transferencias internacionales, para así no levantar sospechas.
Diez detenidos
En los registros, hechos en Cerdanyola del Vallès y Sabadell, la policía intervino 28 teléfonos móviles, 150 líneas telefónicas, ordenadores, criptomonedas, armas, drogas y dinero en efectivo. Además, encontraron bases de datos con información bancaria de miles de personas, lo que indicaría a la policía que hay muchas más víctimas que aún no han sido identificadas.
Con todo, la Policía Nacional ha detenido a diez personas, de entre 19 y 31 años, acusadas de los delitos de estafa, blanqueo de capitales, delitos contra la salud pública y pertenencia a una organización criminal. Cinco de los detenidos han ingresado en prisión provisional. La policía, además, no da por cerrada la operación, llamada Arcángel, y se encuentra analizando los dispositivos intervenidos para poder localizar a más personas investigadas.