Los Mossos d'Esquadra han puesto fin a un negocio familiar de venta de drogas en Bell-lloc d'Urgell, en el Pla d'Urgell. Los agentes han podido detener a cuatro personas, todas ellas de la misma familia, que se ganaban la vida preparando y vendiendo drogas desde su casa a vecinos del municipio. Los detenidos, dos hombres de 51 y 20 años y dos mujeres de 47 y 20 años, dos de ellos con antecedentes, están acusados de un delito contra la salud pública y de pertenencia a grupo criminal. En su habitual exceso de celo, los Mossos d'Esquadra no han revelado la nacionalidad de los detenidos

Los agentes pudieron acabar con el negocio criminal el martes 2 de diciembre, pero la investigación comenzó mucho antes, en octubre, cuando los Mossos encontraron indicios de que una familia del pueblo vendía drogas. Según la investigación de los policías, se trataba de una familia de cuatro miembros que preparaban y distribuían sustancias como marihuana, hachís o cocaína. Aunque todo quedara en familia, la organización era de lo más profesional, con los roles de cada miembro perfectamente definidos para un mejor funcionamiento. Los agentes realizaron varios dispositivos de seguimiento para saber más sobre esta familia, y vieron que la venta de droga se hacía directamente en su casa, situada en la plaza de la Font, y podían tener unos diez clientes al día. 

Drogas, dinero y un arma

Finalmente, el martes, los policías entraron en el hogar para atrapar in fraganti a los traficantes, y les requisaron todo lo que tenían. Dentro de la casa encontraron 41,60 gramos de cocaína, 30,90 gramos de hachís, 11,70 gramos de marihuana, así como 2.180 euros fraccionados e incluso una pistola detonadora, como se puede ver en la foto. Aparte, también se llevaron los utensilios que utilizaban para preparar las dosis que vendían, como dos básculas de precisión. En cuanto a los detenidos, pasarán hoy a disposición judicial, donde se decidirá si van a prisión o si continúan libres para seguir delinquiendo impunemente.