El hombre irlandés que mató a otro y descuartizó el cuerpo en noviembre de 2022 en el Eixample de Barcelona —dejándolo en una maleta en un contenedor de residuos, delante de donde vivía, entre la avenida Roma y la calle de Casanova— ha aceptado este lunes los hechos, así como una pena de diez años y tres meses de prisión por homicidio y profanación de cadáver con la atenuante de alteración psíquica.
La fiscalía pedía inicialmente doce años de prisión, pero se ha llegado a un acuerdo de conformidad y el juicio con jurado popular que tenía que empezar este lunes en la Audiencia de Barcelona no se ha realizado. El acusado, de 51 años, que había sido vinculado al ejército de su país, alquiló una habitación a la víctima, Álex R., alemán, y entró a vivir el 21 de noviembre de 2022. Sobre el 23 de noviembre atacó a la víctima de forma violenta y la mató. Días después descuartizó el cuerpo y lo fue tirando junto con bolsas y otros objetos.
El hombre se deshacía del cuerpo por partes, tirándolas en el contenedor en Barcelona
El torso del cadáver lo puso en una maleta, que fue encontrada por un trapero en un contenedor entre la avenida Roma y la calle de Casanova el 29 de noviembre, con una camiseta y junto con objetos de jardinería y de sistema de riego procedentes de la vivienda. El hombre fue arrestado y encarcelado el 3 de diciembre. También se detuvo a otro hombre que vivía con ellos, de origen ucraniano, si bien quedó en libertad y finalmente no ha sido llevado a juicio.
Pasaron seis días entre el día de los hechos y cuando fue localizado parte del cadáver. Antes, creen los Mossos, se deshizo de otras partes del cuerpo, que no pudieron ser recuperadas. Lo fue haciendo en bolsas de basura, que dejaba en contenedores de la zona. El hombre también tiraba objetos para disimular, según consta al escrito fiscal. Él mismo lo explicó también, bajo los efectos del alcohol, a personas de su entorno, como dos hermanos que llevan un bar cerca de donde vivían.
Condenado a diez años y tres meses de prisión
La Audiencia lo ha condenado a diez años y tres meses de prisión por homicidio y profanación de cadáver con la atenuante de alteración mental por trastorno por estrés postraumático crónico, y a cinco años de libertad vigilada. El hombre ha asegurado que se pelearon y que, de un golpe, murió, que no tenía intención de matarlo. La Audiencia también se reserva la posibilidad de que la hermana del muerto, que vive en Irán, pueda reclamar una indemnización, aunque de momento no ha sido localizada. No obstante, el juicio, por ahora, no ha servido para aclarar por qué lo mató.