Este lunes TV3 cierra la temporada de una de sus series de éxito: Crims. Después de repasar diversos de los hechos oscuros de la historia reciente de Catalunya, esta noche cerrará la segunda temporada con el desenlace del crimen del Castell de Ulldecona.

El programa de True Crime dirigido por Carles Porta explicará cómo fue el asesinato Mari Carmen Castell la noche de Carnaval de 1982 y qué papel jugó Ramon Barranco, el principal sospechoso.

Sin pruebas para detener Barranco

A pesar de los esfuerzos que habían hecho -con bastantes dudas- la Guardia Civil, la Policía Nacional e investigadores privados contratados por la familia, no pudieron nunca relacionar, con pruebas o con su confesión, a Barranco con el crimen de la joven.

La chica, de 18 años, apareció muerta al castillo de Ulldecona. Iba medio desnuda y las pruebas forenses confirmaron que había sido violada. Todo el pueblo había salido de fiesta para celebrar el primer Carnaval después de la dictadura, pero en Ulldecona acabó con un baño de sangre.

Mapa que conecta casa de los Castillo y el cine donde se hizo la fiesta de Carnaval / Crímenes

La familia de la Mari Carmen salió a buscar a su hija cuando a las seis de la mañana confirmaron que no estaba en casa. Cuando fueron a la casa cuartel de la Guardia Civil para denunciar la desaparición les informaron que una niña de diez años, ya de buena mañana, paseando con su padre, había encontrado el cadáver de una chica. La Guardia Civil confirmó que era el cuerpo de la hija de los Castillo.

Las investigaciones torpes de la Guardia Civil -incluso perdieron pruebas- no permitió cazar al principal sospechoso, Ramon Barranco. Tampoco dos denuncias más de agresiones sexuales, que investigó la Policía Nacional, ni tampoco las investigaciones que hizo el prestigioso detective privado Jorge Colomar. Estuvo muy cerca, estableciendo con él una relación de confianza y profesional. El día que tenía que confesar, se escapó.

Una llamada de un pariente lo delató

Todo el mundo sabía que había sido él. La familia de Barranco, la familia Castell y también la policía. Pero los primeros lo escondían y los otros no encontraban ninguna prueba. Las dos familias habían tenido mucha relación. Una de las familiares del asesino había trabajado en casa de Jeroni Castell, el padre de la Mari Carme y antiguo alcalde de Ulldecona.

No fue hasta que uno de los familiares de Barranco llamó a la Guardia Civil que los investigadores no lo pudieron detener. En la llamada, que la policía mantuvo anónima, explicó que tenía un secreto familiar que quería explicar.

Y narró como toda la familia -madre y hermanas- escondieron los hechos y construyeron una coartada para evitar que la policía pudiera detener a Ramon Barranco. Esta delación, sumada a escuchas telefónicas que hizo la Guardia Civil, permitieron, el año 1998 detener en Barranco. Ya no salió de la prisión. El año 2000 fue condenado a 30 años de prisión por el asesinato y violación, en grado de tentativa, de la Mari Carmen Castell.

¿Más violaciones?

La única condena que pesa sobre Ramon Barranco es la que la Audiencia de Tarragona dictó por el crimen de la chica de 18 años de Ulldecona el año 1982. Pero las denuncias contra él se fueron repitiendo los años posteriores a la muerte de la Mari Carmen Castell.

Como mínimo, según las denuncias, dos chicas más fueron agredidas sexualmente, con casi el mismo modus operandi, por Ramon Barranco en Ulldecona. El hombre obligó a subir a dos chicas, en dos días diferentes, a su coche y las agredió sexualmente. Una de ellas se escapó y se pudo esconder en una sala de fiesta del municipio, hasta que los amigos le dieron cobertura y volvió a casa. Lo denunció, pero de nada sirvió.

Barranco iba con un Renault 5 de color rojo / Crímenes

Agresiones sexuales a la familia

También, pero sin denuncia, familiares de Barranco apuntan a más agresiones sexuales perpetradas por este hombre. "Un hombre muy frío y violento", aseguran personas que lo conocían.

Durante el juicio contra él, una sobrina de Barranco explicó que el hombre había abusado de ella cuando tenía cuatro o cinco años. María José Sanahuja Barranco, de 31 años durante el juicio, explicó que cuando tenía diecisiete o dieciocho el hombre también la quiso hacer subir a su coche. Y también explicó que una chica de Benicarló, en el Baix Maestrat (Comunidad Valenciana), le había explicado que un día, en un campo de olivos, Barranco lo había asaltado sexualmente. Ninguno de todos estos presuntos delitos fueron nunca denunciados o probados.

Ella misma también explicó que fue su madre, hermana de la madre de Barranco, quien quemó la ropa, tacada de sangre, del día del crimen. Las declaraciones de ella ayudaron, junto con las versiones contradictorias del acusado, su madre y sus hermanas, a condenar a Ramon Barranco a treinta años de prisión. Hasta el año 2028 tendrá que cumplir condena.

Final de la segunda temporada de Crims

Este lunes, 10 de mayo, acaba la segunda temporada de Crims. El programa, líder absoluto de audiencia cada semana, sumado a la gran audiencia que tiene a la carta, ha demostrado que el morbo de los crímenes engancha.

Esta temporada se han podido recordar crímenes como el asesinato de un hombre mayor en la calle de Sant Ruf de Lleida, el mediático asesinato de Anna Permanyer en Barcelona, el crimen homófobo de Montgat o el asesinato entre hermanos en Ca n'Amat, entre Abrera y Sant Esteve Sesrovires. Los seguidores de Carles Porta le reclaman más capítulos para seguir poniendo luz a la oscuridad.