Nuevo capítulo de Crims en TV3 este lunes. El programa de true crime de Televisió de Catalunya, dirigido por el periodista Carles Porta, emitirá el cuarto capítulo de esta nueva temporada que relata los crímenes más escabrosos de la historia reciente de Catalunya. El capítulo de hoy explicará los detalles de un crimen homófobo que se produjo el 8 de marzo de 2000 en Montgat, en el Maresme. El caso no se pudo resolver hasta 17 años después. El año 2017 fue detenido en Medellín el autor del crimen. El año 2020 fue condenado a quince años de prisión después de ser declarado culpable por un jurado popular en la Audiencia de Barcelona.
El crimen de la flor, como lo ha bautizado Crims de TV3, da varios giros durante una investigación muy larga y complicada. La empezó la Guardia Civil y el año 2016 un juzgado de Badalona transfirió las diligencias a los Mossos d'Esquadra, que llegaron hasta Colombia para detener al entonces presunto autor de las cuchilladas mortales que mataron, el año 2000, a Viterbo Anilo Villamar Guerrero.
Muerte en casa del hombre que cuidaba, en Montgat
El 8 de marzo del año 2000 Josep Maria Abad, un exconcejal del municipio y muy conocido en este lugar del Maresme, llegó a su casa, en la calle de la Iglesia de Mongat, después de estar en el centro de día. Los que hicieron el transporte sanitario no pudieron dejarlo en casa: nadie abrió la puerta. Un rato más tarde una vecina y el hijo de Abad entraron en el piso y encontraron al cuidador, un hombre de 45 años de nacionalidad ecuatoriana, tendido en el suelo. Estaba muerto.
Estaba completamente desnudo, tenía navajazos por todo el cuerpo —unos 17 pudo contabilizar la autopsia-, un corte en el cuello, una margarita de plástico en la oreja y, en una habitación de la casa, una pintada en la pared hecha con sangre: "Hitler tenía razón", decía. También había marcas del Ku Klux Klan. La víctima era Viterbo Anilo Villamar Guerrero, o Víctor, como lo conocía todo el mundo.
Las primeras investigaciones de aquel escabroso crimen no llevaron a ningún sitio. La Guardia Civil iba perdida y si bien no se descartaba ninguna hipótesis sobre el asesinato de aquel hombre ecuatoriano, no había manera de cuadrar un móvil y mucho menos un posible homicida u homicidas.
Un anuncio por palabras fatal
Las investigaciones policiales estuvieron atascadas hasta el año 2016, cuando los Mossos d'Esquadra asumieron las diligencias y reabrieron el caso. Las últimas horas en vida de Viterbo Anilo Villamar Guerrero podían ser clave para los investigadores para saber qué había pasado. Unas llamadas que hizo y recibió la víctima días antes y el mismo día del crimen ayudaron a centrar la investigación en torno a un chico colombiano: Cristian Gaviria Cañas, de unos 40 años.
Gaviria vivía en Vilafranca del Penedès y mediante un anuncio en una revista local se ofrecía para trabajar. El día 8 de marzo los dos hombres quedaron en Montgat después de haberse conocido y charlado a raíz de este anuncio. La intención que tenía, cuando menos, Viterbo Anilo Villamar Guerrero, era mantener relaciones sexuales con aquel hombre. Comieron y después fueron a casa del hombre que Viterbo cuidaba. Fue allí donde se produjo el asesinato.
Desnudo y apuñalado
Cuando llegaron a casa y Viterbo Anilo Villamar Guerrero se desnudó, el asesino, Cristian Gaviria Cañas, lo mató a cuchilladas. Le hizo un corte en el cuello y lo apuñaló en varios órganos vitales hasta que le provocó la muerte. Según la Fiscalía, Gaviria fue "despiadado, vil y desproporcionado" contra el hombre, así como "totalmente desafecto y apático al dolor y sufrimiento" que sufrió la víctima de su crimen.
Localizado en Medellín y entregado a España
Las llamadas y la reconstrucción de la vida del hombre que había puesto los anuncios permitieron a los Mossos no tener ninguna duda sobre la autoría del crimen. Algunos testigos también explicaron que Cristian había aceptado que había asesinado a un homosexual. Con el asesino identificado, los Mossos d'Esquadra iniciaron una investigación para poder encontrarlo.
La colaboración internacional permitió poder detenerlo en Medellín el año 2017. No fue hasta un año después que el hombre fue extraditado a España y pudo ser juzgado por asesinato en la Audiencia de Barcelona.
Confiesa el crimen
En enero de 2020, ya con el juicio en marcha, Cristian Gaviria Cañas confesó que había matado a cuchilladas a Viterbo Anilo Villamar Guerrero el año 2000 en Montgat. El hombre aceptó el crimen y las teorías que los Mossos d'Esquadra tenían contra él. Gaviria relató que se había aproximado a Viterbo por su condición homosexual y que lo quería matar. "Sí, lo maté con un cuchillo a puñaladas", aseguró ante el tribunal y del jurado popular. Las investigaciones policiales también confirmaron la motivación de odio contra los homosexuales que movió al acusado a cometer el crimen.
Próximo a ideas nazis y al "supremacismo blanco"
A pesar de la alevosía y ensañamiento que mostró en el crimen, como lo confesó en la primera jornada del juicio, la condena se rebajó de los 20 años que pedía la Fiscalía a los quince que finalmente le cayeron. Cristian Gaviria Cañas sigue en Brians cumpliendo la condena que le fue impuesta el 11 de febrero de 2020.
En la sentencia, el tribunal destacó que el asesino era simpatizante de las ideas nazis y del llamado "supremacismo blanco" a pesar de ser de nacionalidad colombiana, "las dos corrientes ideológicas que justifican la violencia contra los que defienden ideas contrarias". También se detallaba que el acusado "había realizado su acción movido por el menosprecio que le provocaba la orientación sexual" de la víctima.