El jefe de la comunidad gitana del barrio de Sant Roc de Badalona ha tomado una decisión contundente: enviar fuera de Barcelona a tres de los niños que han admitido ante él haber participado en, al menos, una de las ocho agresiones sexuales que han tenido lugar en el centro comercial Màgic. Los tres son menores de 14 años y, por lo tanto, inimputables por la vía penal. Sin embargo, cuando acaben la escuela, se tendrán que marchar de casa durante todo el verano; un destierro que los alejará de su familia, de sus amigos y de su entorno habitual. Según la comunidad, que te alejen de los tuyos es el peor castigo que le puede pasar a una persona gitana.

La máxima autoridad del barrio, Tío Manuel, ha reconocido que no sabía nada de las violaciones hasta que salieron publicadas en los medios. Según declaraciones hechas a El Periódico, al tener conocimiento de los hechos, llamó a los jefes de las 64 familias gitanas que viven en Catalunya, pidiendo explicaciones y buscando a los culpables de estas agresiones. De entrada, nadie quería involucrarse, las familias incluso negaban las acusaciones de que sus hijos pudieran hacer algo tan horrible. De hecho, de los 21 menores investigados solo han dado la cara los tres que, a finales de junio, se marcharán a Tarragona hasta septiembre. Una medida que Tío Manuel considera ejemplificante y como la única forma, a estas alturas, de que los niños entiendan que sus actos tienen consecuencias.

Familias desestructuradas y adolescentes abandonados

Según Tío Manuel, los menores que han participado en las violaciones provienen de familias desestructuradas, con padres ausentes o encarcelados, que no tienen nadie que se preocupe de ellos. Encima, denuncia un abandono del barrio por parte de las instituciones, sin proyectos educativos ni escuelas de oficios que puedan dar un cierto rumbo a las vidas de estos chavales. Afirma, sin embargo, que este no es el caso de todas las familias de Sant Roc, como el alboroto en torno a las ocho agresiones sexuales parece que ha hecho creer.

Aun así, el resto de los 21 menores implicados y que están siendo investigados por la policía catalana niegan los hechos de los que se les acusa. Tío Manuel asegura que los tienen vigilados, pero no puede dictaminar el destierro contra ellos por falta de pruebas. Está expectante de la celebración de los juicios, y afirma que, en caso de encontrarles culpables, también les aplicará su castigo pertinente.

"No me arrepiento de nada"

Algunos de los adolescentes implicados ya han declarado ante la Fiscalía de Menores. Este es el caso de J.M.R., de 16 años y acusado de haber instigado la agresión sexual de una de las menores, de 13 años, a principios de este año. En su declaración, a la que ha tenido acceso ElCaso.com, asegura que no se arrepiente de nada, es decir, de haber presionado a la chica para hacerle felaciones a sus primos y amigos, a pesar de que la víctima se negaba a hacerlo. El Juzgado de Menores ya ha ordenado su ingreso en un centro de régimen cerrado donde permanecerá, como mínimo, durante los próximos seis meses