Los Mossos han acabado con el foco que generaba delincuencia urbana en los municipios de la comarca de l'Anoia. La policía catalana ha desarticulado un punto de venta de droga donde los consumidores habituales tenían que delinquir para obtener dinero para poder comprarla. Las investigaciones comenzaron a finales del año 2024, cuando los agentes tuvieron sospechas de una plantación de marihuana en una casa de Calaf. Durante los meses en que los Mossos estuvieron detrás del responsable de esta plantación, descubrieron que formaba parte de una organización criminal que tenía un segundo inmueble en la población de El Carme, a solo 40 kilómetros de distancia, dedicado al cultivo de marihuana.
La policía catalana siguió tirando del hilo y descubrió que la banda criminal, una vez tenía la marihuana cultivada, la vendía en una casa situada en Vilanova del Camí. Los Mossos, además, descubrieron que en el mismo municipio tenían bajo su custodia un segundo inmueble, donde vendían otro tipo de droga: cocaína que, previamente, habían manipulado y preparado para su comercialización. La policía catalana, durante la investigación, descubrió que los clientes potenciales de esta banda criminal eran yonquis que, debido a la adicción, tenían que robar para conseguir dinero para poder comprar la droga. A consecuencia, este punto de venta de droga, que era el principal en l'Anoia, se convirtió en un foco de delincuencia que generaba mucha más inseguridad a los vecinos de los municipios de la comarca.
Grupo criminal organizado
Los investigadores descubrieron que detrás de este punto de venta de droga había un grupo criminal, formado por tres individuos, con una estructura jerárquica clara. Había una persona que era el líder de la banda, otra que se encargaba de la supervisión y el cuidado de las plantaciones y una tercera persona que realizaba las tareas de logística. Además, los sospechosos, en la cosecha y la fase final del proceso, utilizaban personas para poder procesar la droga y moverla rápidamente y con seguridad, sin levantar sospechas de la policía.
Finalmente, el martes 2 de diciembre, los agentes de la Unitat d'Investigació de la comisaría de Igualada realizaron cinco entradas y registros. En dos inmuebles, situados en Calaf y El Carme, los Mossos interceptaron un total de 1.722 plantas de marihuana. Además, encontraron una instalación con ventiladores, aparatos de aire acondicionado y otros utensilios para poder favorecer el cultivo. En ambos domicilios, los agentes pudieron constatar que los individuos habían manipulado el suministro eléctrico.
En Vilanova del Camí realizaron dos entradas en dos casas. En una, dedicada a la manipulación y distribución de cocaína, localizaron 7,9 kilogramos de esta droga, y utensilios para manipularla y distribuirla. En el otro inmueble los Mossos interceptaron 6,8 kilogramos de marihuana y 3.671 plantones para la venta al por menor. La policía catalana, además, realizó una quinta entrada y registro en un domicilio en Igualada.
Cuatro detenidos
Los Mossos detuvieron el mismo 2 de diciembre a los tres principales líderes de la organización criminal y, un día después, a un cuarto miembro. Se trata de dos hombres y dos mujeres, de entre 33 y 44 años, acusados de ser los supuestos autores de un delito de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. La policía catalana, sin embargo, no ha comunicado la nacionalidad ni los antecedentes policiales de los arrestados. Los cuatro pasaron a disposición judicial ante el juez en funciones de guardia el jueves, 4 de diciembre.