Entre rejas. Es donde ha acabado un hombre de 54 años y nacionalidad española que los Mossos han podido relacionar, después de una complicada investigación, con dos agresiones sexuales en Gavà, en el Baix Llobregat. Los ataques del conocido como el violador del disfraz empezaron en octubre y se repitieron en enero. El hombre atacaba a las mujeres en la calle, disfrazado, con un bigote postizo y armado, intimidando a sus víctimas y después agrediéndolas sexualmente, con violencia, y abandonándolas en medio de la calle. Diversos grupos de personas de Gavà se habían organizado para poder cazarlo, después de las denuncias y de que lo hubieran visto por zonas del municipio, pero sin éxito. Los disfraces, no disponer de imágenes y no poder ser reconocido facialmente por parte de sus víctimas complicaron la investigación de los Mossos d'Esquadra. Lo han cazado buscando nuevas víctimas en Castelldefels, justo antes de actuar de nuevo.
Finalmente, sin embargo, la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, revisando los perfiles y las maneras de actuar del agresor sexual, comparado con otros perfiles que tenían en su radar, lo pudo identificar y relacionar, gracias a las pruebas de ADN, con las dos agresiones que, como mínimo, ha cometido en los últimos meses en Gavà. Este lunes fue detenido y registraron su casa, lejos de Gavà y Castelldefels. El hombre, de mediana edad y nacionalidad española, con familia, ha ingresado en prisión. En su casa se encontraron elementos clave para la investigación. Entre otros, los bigotes y las pelucas que usaba para atacar a las mujeres. También materiales sexuales, preservativos y armas, navajas y una pistola simulada.
La primera denuncia, de la primera agresión sexual que se puede relacionar con este agresor sexual en serie, se registró el pasado 1 de octubre. Según relató la víctima el 10 de octubre de 2024, un hombre la agredió sexualmente con violencia e intimidación en la vía pública. La amenazó con un arma blanca y la víctima sufrió lesiones en las manos y en los brazos. La mujer dio una descripción del autor muy detallada, destacando que llevaba barba y bigote y gafas graduadas de pasta, pero se trataba de un disfraz. El 24 de enero de 2025 el hombre, supuestamente, volvió a actuar. En este caso, intimidó a la mujer con un arma de fuego y un arma blanca, atándola y consumando la agresión sexual completa, según ha podido saber ElCaso.com. En este último caso, la víctima también destacó que el autor llevaba barba y bigote y gafas graduadas de pasta grandes y de color negro, posiblemente falsas, así como un bigote de color negro y también posiblemente postizo. Esta nueva agresión hizo saltar las alarmas de la UCAS, que sospechó que detrás de las dos agresiones sexuales con similitudes había, sin muchas dudas, la misma persona, el mismo violador.
Violador en serie, el miedo de los Mossos
Lo que más preocupaba a los investigadores de la UCAS de los Mossos era la alta posibilidad de que el hombre volviera a actuar. Ya lo había hecho dos veces. Y las dos veces, con mucha violencia contra sus víctimas. Según los analistas, el tipo de violencia ejercida contra las víctimas, su modus operandi perfeccionado y poco habitual —basado en la alteración facial con elementos postizos como bigotes, barba, peluca y gafas—, junto con la persistencia de actuar en la misma zona y franja horaria, lo definían como un perfil de agresor sexual serial singular y altamente peligroso. Actuaba como un violador en serie y había que encontrarlo antes de que fuera demasiado tarde. Al mismo tiempo, los vecinos de Gavà lo habían vuelto a ver, aunque no constan más agresiones durante este tiempo, al menos, consumadas. Las patrullas ciudadanas organizadas para darle caza lo espantaron y costaba más que se dejara ver.

Paralelamente, la investigación para cazar al que ya se ha bautizado como el 'violador del disfraz' avanzaba, y se realizaron varias vigilancias en la zona hasta que agentes de paisano localizaron a un hombre en la zona donde se habían producido las dos anteriores agresiones que iba con una gorra y gafas, tal como lo habían descrito las víctimas. Una testigo también lo había visto de nuevo e informó a la policía, que, sabiendo que volvía a estar activo, reforzó la vigilancia de la zona. Al día siguiente de ser visto por esta mujer, los policías lo volvieron a encontrar. Ya identificado, la policía catalana ya tenía un nombre para tirar del hilo. Coincidía con la descripción, pero las dos mujeres no lo podían identificar —las atacó disfrazado— y tampoco se tienen imágenes de las agresiones. Había que seguir buscando indicios objetivos para poder relacionar al hombre con los dos asaltos.
A prisión
Las pruebas científicas que se realizaron a los objetos recogidos de las escenas de los hechos con el material intervenido al hombre cuando fue identificado han sido clave para poder situarlo en el lugar de los hechos y relacionarlo con las dos agresiones sexuales. Los Mossos destacan que el trabajo de la Policía Científica ha sido clave para poder resolver el caso después de la detención del hombre. La detención se llevó a cabo en Castelldefels, este martes, 2 de septiembre, donde fue localizado disfrazado, y, sospechan los Mossos, buscando nuevas víctimas para agredir.
El hombre no vivía en la zona y se desplazaba hasta allí con el objetivo de repetir las agresiones, muy violentas, como ya habían previsto los analistas de la UCAS de la policía catalana. Después de ser interrogado en la comisaría fue trasladado, este jueves, 4 de septiembre, al juzgado de guardia de Gavà, que, según ha podido saber ElCaso.com, lo ha enviado directo a prisión. La investigación todavía no se da por cerrada. Aunque por ahora se ha podido relacionar al hombre con estas dos agresiones sexuales, la UCAS, como es habitual, mantiene abierto el caso por si pueden vincular al arrestado y su modus operandi con otras agresiones sexuales que se hayan podido denunciar en esta zona del Baix Llobregat.