Los Mossos d'Esquadra han confiscado todo el botín a un grupo de ladrones especializado en robos en supermercados y que habían diseñado unas faldas de forma que se pudieran llevar los productos sin ser detectados. Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, 17 de octubre, alrededor de la medianoche, cuando la policía catalana tenía montado un control preventivo de hechos delictivos en el kilómetro 192 de acceso a la AP-2, en el término municipal de Montblanc, en la Conca de Barberà (Tarragona), y detuvieron un vehículo ocupado por tres hombres y dos mujeres. Cuando lo inspeccionaron, sin embargo, saltaron todas las alarmas.

Comida mal conservada y objetos de dudosa procedencia

Los agentes registraron el coche y vieron que llevaban una gran cantidad de alimentos envasados con su correspondiente etiquetado, pero que debían conservarse en nevera y, en cambio, estaban depositados directamente en el maletero a temperatura ambiente y sin ninguna bolsa que garantizase su conservación en frío. Además, también se encontraron otros productos como prendas de ropa que también llevaban la etiqueta aún puesta, calzado y elementos de higiene personal.

Los cinco ocupantes, de entre 21 y 29 años y de quienes no se ha facilitado la nacionalidad, empezaron a dar explicaciones contradictorias y sin sentido, además de no poder entregar ningún recibo que acreditara la compra de todos los productos que llevaban. Tampoco llevaban encima dinero en efectivo ni ningún justificante que acreditara que hubieran retirado en un cajero automático. Por este motivo, se identificaron a los cinco y, al introducir sus datos en las bases policiales, apareció que contaban con antecedentes por hurtos en establecimientos comerciales. Uno de ellos, incluso, tenía una orden judicial de prohibición de acceso a un supermercado de Zaragoza.

Usaban una falda manipulada para robar

Ante las sospechas de que los productos habían sido robados, los agentes los confiscaron. Entre todos ellos, también se pudo encontrar dos faldas que habían sido manipuladas y a las que se les habían hecho unos bolsillos especiales para poner una gran cantidad de productos pequeños que se pudieran llevar sin levantar sospechas. Los productos alimentarios, valorados en 2.300 euros en total, ya han sido entregados a una entidad benéfica de la Conca de Barberà, mientras los investigadores de los Mossos trabajan para esclarecer de dónde han salido todos los productos intervenidos.

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La comida ha sido entregada a una entidad benéfica. / CME