El exjefe de la policía de Portugal que lideró la investigación de la desaparición de Madeleine McCann ha vuelto a recordar que los padres de la niña son sospechosos del caso y que es muy probable que la mataran sin querer y que se deshicieran de su cuerpo. Estas afirmaciones le costaron una demanda por parte de los padres de la menor, pero han perdido la batalla judicial.
Gonzalo Amaral lideró la investigación de la desaparición forzosa de la pequeña Madeleine, la niña de tres años a quien se le perdió el rastro en Praia da Luz (Portugal) hace más de 15 años. Según este exdetective, los padres de Madeleine podrían estar implicados en el caso. Este policía fue destituido después de las críticas que había recibido por parte de la policía de Reino Unido, que era el país de origen de la niña.
Maddie, la investigación prohibida
Un año después, escribió un libro titulado Maddie, la investigación prohibida, donde señalaba directamente a los padres de Madeleiene McCann como sospechosos del caso. Según su investigación, los padres de la niña la habrían matado accidentalmente, se habrían deshecho de su cuerpo y se habrían inventado que la habían secuestrado para no levantar sospechas. Los padres de la desaparecida lo denunciaron por difamación, pero perdieron el caso.
Los padres de Madeleine McCann han perdido el caso contra el exdetective del caso
También lo denunciaron al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos por vulnerar su derecho a la intimidad, a la vida privada y familiar, ya que las afirmaciones del detective los implicaban directamente en el caso. Después de años en esta batalla judicial, los padres de Madeleine McCann han perdido el caso y el tribunal ha dado la razón al exjefe de la policía.
"La pareja era sospechosa y sigue siendo sospechosa. No hay nada que indique lo contrario"
"La pareja era sospechosa y sigue siendo sospechosa. No hay nada que indique lo contrario. Se han invertido miles, incluso millones de euros en los últimos años para crear un falso sospechoso", explica Gonzalo Amaral en referencia a Christian Brueckner, que se ha convertido en el principal sospechoso de la desaparición y muerte violenta de Madeline McCann.