El caso de la desaparición de Madeleine McCann, la niña británica de 3 años que fue secuestrada en el Algarve, parece ver la luz al final del túnel. Después de 15 años de investigación, las autoridades alemanas han imputado de forma oficial a Christian Brueckner, el delincuente y principal sospechoso de la desaparición -posible violación y asesinato-, tras una petición de la Fiscalía portuguesa de Faro. Así, se podrá continuar investigando el caso y se evita su cierre sin una solución.
Christian Brueckner y sus antecedentes policiales
Junto a esta noticia se ha desvelado también el largo historial delictivo de Brueckner, ciudadano alemán que se encuentra actualmente en prisión por un delito relacionado con las drogas, que es tan solo un punto en su ficha policial. Mientras cumple condena en Alemania, también está siendo investigado por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en Praia da Luz, el mismo sitio en el que se sospecha que secuestró a Madeleine.
Y hoy ha sido informado por sus abogados de esta nueva acusación por parte de la Fiscalía de Faro, que ha sido tramitada a través de la alemana de Braunsweig, al norte del país, según informa el medio Der Spiegel. La petición de acusarlo formalmente es el resultado de una cooperación judicial internacional emitida por el ministerio público de Portugal. Y es que el Departamento de Investigación y Acción Criminal de Faro (DIAP) y la Policía Judicial, junto a las autoridades inglesas y alemanas, investiga desde hace años al hombre por el caso de Madeleine, que desapareció en el Algarve y a quien aún no se había acusado formalmente en Alemania.
Agresiones sexuales, robos, drogas y Madeleine McCann
Las sospechas sobre quién había matado a la pequeña Madeleine dieron un giro en junio de 2020, cuando se presentaron cargos contra Christian Brueckner en Braunsweig, tras un cruce de datos por delitos sexuales en los que se encontraban los antecedentes del hombre, que vivió temporalmente en el Algarve entre 1995 y 2007, y se descubrió que había estado cerca del complejo vacacional en el que se alojaban los McCann cuando desapareció la niña gracias a los datos de su móvil.
Sin embargo, desde 2017 estaba en el punto de mira por el caso, cuando fue extraditado de Portugal a Alemania en 2017 acusado de un caso de abuso sexual a menores en Grecia. Al cumplir la mitad de su condena, abandonó el país, pero duró poco, y volvió a ser extraditado desde Italia por un caso relacionado con drogas. Entonces se destapó también que había violado a la mujer de 72 años en Praia da Luz, en el Algarve, y se le investiga por otra violación a una mujer irlandesa en 2004 en Portugal también.
El caso Madeleine McCann ve la luz después de 15 años
Y por si fuera poco, el sospechoso tiene abundantes antecedentes penales por abusos sexuales, agresiones físicas, así como robos y delitos menores, en algunos casos relacionados con su estancia en Portugal. Vivía de trabajos ocasionales y también de delitos contra la propiedad en hoteles y apartamentos. Precisamente en una de sus excursiones para robar alojamientos turísticos se sospecha que encontró a Madeleine y la secuestró, tal como revelaba un amigo suyo recientemente.
Maddie, una niña británica de tres años, desaparecía el 3 de mayo de 2007, pocos días antes de cumplir los cuatro años, del apartamento que había alquilado la familia para pasar sus vacaciones. Sus padres habían salido a cenar a un restaurante cercano con unos amigos y dejaron a la niña con sus dos hermanos en la casa. Al volver, ya no estaba y pese a la intensa búsqueda de las autoridades portuguesas y a las múltiples iniciativas lanzadas por los McCann ante todo tipo de instancias, políticas o incluso ante el Vaticano, no se logró dar con la pista de la niña. Los propios padres tuvieron que afrontar sospechas de ser los responsables de la desaparición de la niña.