Los adelantamientos son una de las maniobras más peligrosas en la conducción, pero aún lo son más si se realizan en carreteras convencionales de dos carriles de sentido contrario. El riesgo de accidente es elevado si no se tiene en cuenta la distancia de seguridad reglamentaria y el tiempo disponible para ejecutar la acción. Ante cualquier duda, conviene abortar el adelantamiento. Una mala decisión puede traer consecuencias mortales, especialmente cuando hay ciclistas involucrados. Un ejemplo es el atropello mortal de Castellbisbal, donde murieron dos ciclistas. Para proteger a los usuarios más vulnerables en la carretera, la Dirección General de Tráfico (DGT) introdujo cambios en la normativa, que entró en vigor el pasado 21 de marzo.

Publicaciones para sensibilizar a la población

La DGT utiliza las redes sociales para concienciar y educar en materia de seguridad vial a los conductores. En un último vídeo publicado, se puede observar el comportamiento ejemplar de un conductor en una maniobra peligrosa, un adelantamiento a un ciclista. La grabación se realizó el pasado 26 de agosto, sobre las 10 de la mañana, con uno de los medios aéreos de los que dispone el organismo.

En las imágenes grabadas se puede ver cómo el conductor del turismo circula a baja velocidad mientras espera pacientemente a que pueda completar el adelantamiento sin comprometer la seguridad ni del ciclista ni de los otros vehículos que se desplazan en sentido contrario. Solo cuando el automovilista detecta que se dan las circunstancias óptimas procede a realizar la maniobra de adelantamiento, de modo que rebasa al usuario vulnerable con la separación lateral de seguridad de 1,5 metros. Para alcanzar esta distancia, invade ligeramente el carril contrario sobrepasando la línea continua. Aunque en términos generales está prohibido adelantar con dicha marca vial en el asfalto, la normativa establece una serie excepciones, entre las que se incluyen los adelantamientos a ciclistas, siempre que se efectúen sin riesgo.

Sin embargo, es una buena maniobra aunque no perfecta, ya que la persona no utiliza los intermitentes para indicar al resto de conductores que va a proceder a hacer un adelantamiento. Estas luces permiten señalizar las acciones que se van a realizar y que implican un movimiento lateral, como es el caso de avanzar a otro vehículo. La normativa indica que en estos casos hay que advertirlo con "las señales preceptivas", es decir, los intermitentes.

El comportamiento del ciclista

También conviene destacar el buen comportamiento del ciclista, que circula por el arcén. El reglamento establece que estos usuarios deben utilizar dicha parte de la calzada siempre que sea transitable. Cuando no lo sea, utilizarán la parte imprescindible del carril. Si viajan en grupo, pueden hacerlo en filas de dos, orillándose todo lo posible a la derecha de la vía. En tramos sin visibilidad, como son las curvas, o cuando formen aglomeraciones, no podrán circular en paralelo y deberán colocarse en hilera. 

Sanciones más duras para acciones peligrosas

En el nuevo reglamento se mantiene la obligación de dejar una distancia lateral mínima de seguridad de 1,5 metros para adelantar a una persona en bici, pero se añade que en las carreteras con más de un carril por sentido, se debe ocupar el contiguo para ampliar dicha distancia con el ciclista. Esta medida antes era una recomendación mientras que ahora es una obligación. Para que los conductores respeten la normativa, la ley de Tráfico ha endurecido la sanción por realizar adelantamientos peligrosos a usuarios con bicicleta: la retirada de puntos ha pasado de ser de cuatro a seis.