Los Mossos d'Esquadra y la Agència de Ciberseguretat de Catalunya han emitido un comunicado informando que en los últimos meses se ha detectado un preocupante aumento de estafas en las redes sociales que utilizan el conflicto de Gaza y las imágenes del sufrimiento de la población como herramienta para engañar a los usuarios y recaudar dinero de manera fraudulenta. Las publicaciones suelen mostrar fotografías o vídeos de bombardeos, hospitales colapsados o niños heridos, acompañados de mensajes conmovedores que piden ayuda económica para las víctimas. A veces, los estafadores se hacen pasar por médicos, voluntarios o familiares de los afectados, solicitando donaciones a través de enlaces o cuentas personales que no pertenecen a ninguna organización humanitaria real.
Detrás de estas campañas no hay entidades reconocidas ni proyectos solidarios auténticos. En muchos casos, los fondos van directamente a cuentas privadas gestionadas por los mismos ciberdelincuentes, que aprovechan la emotividad y la urgencia para conseguir aportaciones económicas. Según diversas fuentes policiales, se calcula que entre un 25% y un 30% de las recaudaciones online relacionadas con conflictos pueden tener un origen fraudulento.
Este tipo de fraudes pueden hacer mucho daño a la sociedad, ya que no solo supone una estafa económica, sino que también se aprovechan de la confianza en las verdaderas organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno. Cada vez que circula una campaña falsa, miles de posibles donantes desconfían de las iniciativas legítimas.
Cómo detectar una estafa
Las señales para detectar una estafa suelen repetirse y tener el mismo modus operandi: campañas que apelan de manera exagerada a las emociones, la ausencia de datos verificables sobre las personas o las instituciones implicadas, enlaces externos poco claros y peticiones de donaciones urgentes. A veces, las imágenes que se utilizan son recicladas de otros conflictos o de años anteriores, lo que permite a los estafadores mantener el engaño sin levantar sospechas.
Para evitar caer en estas trampas, los Mossos d'Esquadra y la Agència de Ciberseguretat de Catalunya recomiendan verificar siempre el origen de la campaña antes de dar un solo euro. Es fundamental comprobar que la recaudación esté vinculada a una ONG o entidad reconocida, revisar que la web tenga un dominio oficial y seguro (con el prefijo https://) y desconfiar de cualquier petición económica que provenga de cuentas personales o mensajes privados.
En caso de duda, lo más prudente es no realizar ninguna transferencia y denunciar la publicación en la plataforma correspondiente o a los Mossos d'Esquadra. De esta manera, se contribuye a frenar una práctica que utiliza el dolor ajeno para obtener beneficio económico y que representa una de las formas más crueles de fraude digital.