Cada vez son más frecuentes las estafas que aparecen en aquellas redes de comunicación más antiguas, como el teléfono o los sistemas de mensajería, ya que son mucho más vulnerables y están menos protegidas de posibles ciberataques. Hace pocas semanas, compañías expertas en ciberseguridad han alertado de que los ciberdelincuentes utilizan dispositivos denominados Stingrays o estaciones de base falsas para engañar los teléfonos móviles y forzar su conexión al 2G, un estándar obsoleto y sin medidas de protección.
Una vez el teléfono móvil es conectado a la red 2G, el usuario recibe mensajes fraudulentos que parecen venir de organismos oficiales o empresas, con enlaces diseñados para que, una vez la víctima accede, los ciberdelincuentes roben datos personales o bancarios.
¿Qué peligro tiene el 2G?
El 2G es la segunda generación de tecnología móvil, que vio la luz en los años noventa y que revolucionó la manera de comunicarse, ya que pasó de sistemas analógicos a digitales. En la época de su creación no se contaba con los sistemas de encriptación y autenticación que hay ahora, lo que los ciberdelincuentes aprovechan para interceptar las comunicaciones y enviar SMS sin que los filtros de los operadores lo detecten.
Los expertos, sin embargo, aseguran que si el teléfono funciona con un Android 12 o superior, es fácil poder evitar este peligro con unos sencillos pasos: acceder a Configuración SIM o Red móvil y desactivar la opción de "permitir el 2G". Esta medida, por suerte, no afecta a las llamadas de emergencia ni al uso normal de los datos móviles.
Los especialistas recomiendan además tener siempre actualizado el sistema operativo y las aplicaciones móviles actualizadas, desconfiar de mensajes que inviten a pulsar en enlaces que obliguen a facilitar datos personales y activar filtros de protección de apps de mensajería.