Arranca el juicio contra los cinco hombres que, desde diciembre de 2022, son en prisión por haber, supuestamente, agredido sexualmente, durante la pandemia y de manera organizada, como una organización criminal, a tres chicas en un piso de Castelldefels. Los hombres, liderados, según el relato de la Fiscalía, por un joven cubano técnico de farmacia, Alejandro Raúl P.C., buscaban chicas vulnerables para citarlas en casa de uno de ellos, en este municipio del Baix Llobregat, para agredirlas sexualmente en grupo. Se pide que sean condenados por varios delitos, sobre todo por pertenencia a organización criminal, por la manera como actuaban, y también por agresión sexual, sumando todas las peticiones de la Fiscalía, a casi 200 años de prisión. El juicio arranca este martes, 16 de septiembre, en la Audiencia de Barcelona y se alargará dos semanas. La previsión es que los acusados declaren al final del juicio oral y que las tres víctimas identificadas y que han denunciado —los investigadores de los Mossos que llevaron el caso creen que hubo más— lo hagan a puerta cerrada.
Un grupo de WhatsApp donde compartir imágenes de las agresiones
La actuación depravada de los cinco detenidos, que en grupo y por turnos sometieron a las tres chicas a agresiones sexuales, según el relato de la Fiscalía, quedó casi guardada en detalle —y en imágenes— en el grupo de WhatsApp que ha dado nombre a este grupo. Ellos mismos se bautizaron como "Manada K-Team". El primer nombre, sin duda, relacionado con el mote que recibió el grupo de hombres condenados por la agresión sexual de San Fermín de 2016. Las intenciones parecían claras. En aquel grupo, donde también había más hombres y que intentaron borrar cuando supieron que una de las chicas los había denunciado, se comentaban las supuestas agresiones sexuales y, al mismo tiempo, servía para escoger a las chicas que, con el pretexto que los locales de ocio estaban cerrados por el confinamiento, invitaban a fiestas privadas en casa del líder de la organización criminal.
La mayoría de los detenidos son de nacionalidad española, tienen entre 30 y 35 años, son amigos e ingresaron en prisión después de la intervención de sus teléfonos, donde se pudieron recuperar imágenes de las agresiones sexuales. Ellos sabían que lo que hacían estaba fuera de la ley. Incluso, según consta al escrito de la Fiscalía, en las conversaciones intervenidas por los Mossos se ve cómo los detenidos descartaban a alguna chica por el peligro de que los denunciara. Siempre actuaron, durante los meses antes de ser denunciados y después arrestados, de la misma manera: contactaban con las chicas, vulnerables y algunas incluso bajo medicación, y las agredían sexualmente en grupo después de obligarlas a tomar drogas y alcohol. Ellos, además, tomaban fármacos contra la disfunción eréctil a sus encuentros sexuales, algunas de ellas ahora a juicio para ser, supuestamente, agresiones sexuales.
Peticiones de casi 200 años de prisión, entre todos
Alejandro Raúl P.C. —el líder— se enfrenta a una pena de prisión que puede superar los 50 años. Las penas que la Fiscalía pide para los otros cuatro acusados, R.P.P., J.M.M.M., D.A.C. y O.N.M. —de nacionalidad española y rumana— llegan a los 190 años por pertenencia a grupo criminal para cometer delitos sexuales, por varias agresiones sexuales continuadas y también por la difusión de las imágenes, por revelación y descubrimiento de secretos.
Los diversos acusados son considerados autores, coautores o cooperadores necesarios, según las diversas agresiones que pudieron reconstruir, durante la instrucción del caso, los investigadores de los Mossos d'Esquadra. Las peticiones de pena oscilan entre los 25 y 45 años para los otros acusados. Al mismo tiempo, también se pide que indemnicen a las víctimas con 50.000 euros, 89.000 euros y 73.300 euros, respectivamente. El juicio tendrá que aclarar el papel que tuvieron los cinco arrestados, que siguen en la cárcel, y si, como cree la Fiscalía, fueron agresiones sexuales.