Los códigos QR se han convertido en parte de nuestro día a día. Esta herramienta, que hace unos años solo encontrábamos en circunstancias muy específicas, se ha convertido ya en un elemento más de nuestra vida cotidiana. No es nada extraño que nos hagan escanear uno cuando vamos a un restaurante para poder ver el menú, para iniciar sesión en una red wifi o incluso nos los podemos encontrar en comisarías para obtener nuestro DNI digital. Los QR pueden ser muy útiles, pero como suele pasar con la tecnología, también nos pueden traer muchos problemas y quebraderos de cabeza si no se vigila, ya que mucha gente se aprovecha de estas herramientas para engañar a otras personas y estafarlas.
Desde ElCaso.com, ya avisamos de un caso muy similar con las estaciones de carga de los coches eléctricos, pero ahora parece que los delincuentes han ampliado su mercado y no se limitan solo a estos aparatos. La estafa tiene un funcionamiento sencillo, pero muy astuto y peligroso. Los ciberdelincuentes ponen falsos códigos QR encima de otros legítimos, por ejemplo, puede ser que vayamos a coger una bicicleta pública y, al escanear el QR para sacarla, uno de los estafadores haya puesto sobre el código original una pegatina con su código fraudulento, y cuando lo escaneemos no vayamos a parar a la web oficial, sino que nos lleve a una web falsa que imita la original.
Cómo evitar la estafa
Una vez dentro de esta web, si no detectamos a tiempo que se trata de un engaño, lo más probable es que introduzcamos nuestros datos para poder utilizar la bicicleta, poner gasolina o hacer lo que sea que nos debería permitir el código, pero en realidad estaremos enviando toda nuestra información a los ladrones, que la aprovecharán para robarnos el dinero y suplantarnos la identidad, cosa que les puede llegar a permitir pedir préstamos a nuestro nombre y arruinarnos aún más. Para evitar ser víctimas de este tipo de situaciones, la policía recomienda que prestemos atención a los códigos y revisemos si es un adhesivo puesto encima del QR real, que miremos el enlace URL y el diseño de la página web en caso de entrar, buscando indicios que señalen que no es la web oficial y que evitemos descargar nuevas aplicaciones si nos lo piden.