El 11 de febrero de 2012 la gran cantante Whitney Houston era encontrada por su asistente flotando boca abajo en la bañera de su habitación de hotel en Beverly Hills, California. Estaba muerta. La autopsia trató de averiguar las causas exactas de su muerte, que se acabó definiendo como "ahogamiento accidental" con paro cardíaco y consumo de cocaína como factores determinantes.
Las últimas horas de Whitney Houston
No fue hasta abril del mismo año cuando salió el informe del forense del condado de Los Ángeles, de 42 páginas, que reveló los detalles que tuvieron que ver con la muerte de la artista.
La habitación del hotel Beverly Hilton de California, en Estados Unidos, fue testigo de los últimos momentos de la cantante, que se encontraba en la costa oeste del país de vacaciones.
En primer lugar y según el relato del médico, se encontró una "cucharilla con una sustancia blanca como el cristal y un trozo de papel blanco enrollado" en el cuarto de baño donde fue encontrada.
Aunque las cucharas son más conocidas por su uso para calentar heroína y metanfetaminas, en el caso de Whitney se utilizó para esnifar cocaína, droga a la que era adicta.
Drogas, medicamentos y una bañera
Tanto en el informe inicial como en el final se coincidía en los resultados toxicológicos de su sangre, que mostraban que la estrella había fumado marihuana dos semanas antes de su trágico final en la bañera del hotel.
En detalle, el toxicólogo forense Bruce Goldberger declaró en su momento que los análisis indicaban que estaba "gravemente intoxicada por cocaína" en el momento de su muerte y que era una "consumidora habitual" de esta droga.
A pesar del tópico de las drogas entremezcladas en muertes de personajes famosos -como Amy Winehouse-, los medicamentos tuvieron un papel importante en sus últimas horas también -coincidiendo con otros casos, como el de Michael Jackson.
Cigarros y alcohol por toda la habitación
Y es que según el informe, se encontró una "gran cantidad de frascos de medicamentos recetados" por toda la habitación. En total el informe detalla doce medicamentos distintos, entre ellos el ansiolítico Xanax y el relajante muscular Flexeril, recetados por cinco médicos diferentes.
Pero Goldberger consideró en el documento que en el sistema de Houston había un nivel "leve" de medicación, concluyendo que el Xanax no contribuyó a su muerte. En este caso todo parecía apuntar a un cúmulo de factores que desencadenaron la tragedia.
Porque en el registro de la habitación también se encontraron cientos de colillas de cigarros, una botella de champán abierta en el minibar, cervezas repartidas sobre una mesa y la mesilla de noche y varias pastillas sueltas en varios sitios del lugar.
Un baño demasiado caliente
En contradicción con la conclusión del informe final, el patólogo forense Cyril Wecht, que no estaba de acuerdo con los diagnósticos, señaló algunas cosas sospechosas de la escena: por ejemplo, la temperatura del agua de la bañera, que era demasiado alta para bañarse de forma cómoda, por lo que el médico opinó que Houston nunca llegó a bañarse, sino que cayó y se ahogó.
“Creo que la mujer se cayó al agua, estaba inconsciente, muerta o agonizante cuando cayó a la bañera", declaró a los medios de comunicación.
Una historia de amor imposible
Aparte de las grandes cantidades de medicamentos y drogas que Whitney consumía y que le habían consumido -tenía el tabique nasal abrasado por la cocaína-, en el cóctel mortal cupo otro factor: el amor.
Y a pesar de no conocerse los detalles de la historia que la llevó a la muerte, en una entrevista con Oprah Winfrey, su cuñada Pat Houston atribuyó la caída de Whitney a un cambio de estilo de vida en el que la vio "persiguiendo un sueño imposible... buscando consuelo, amor... Pero él era más joven". Según esta familiar, Whitney estaba persiguiendo a alguien "que le acabaría haciendo daño".
Y así acabó siendo, pese a que en la misma entrevista Pat Houston admitió haberse preocupado por el comportamiento de la cantante en una fiesta dos noches antes de su muerte, no creía que estuviera abusando de las drogas en sus últimos días.
Sospechas que acabaron en nada: no hubo crimen
Por último, se determinó que no hubo terceros involucrados en la muerte de la artista ni fue un crimen.
No obstante, el forense sí que informaba en sus documentos de varias cosas sospechosas: el carné de conducir de la difunta había sido sacada de su cartera cuando ellos llegaron; y la mayoría de frascos de medicamento fueron cambiados de sitio en los días del registro.
Dentro de tres meses se cumplirán diez años de esta muerte, que conmocionó a toda la escena musical y dejó huérfanos a millones de fans que la siguieron a lo largo de su brillante carrera.